Historia de Villapalacios. Temas.
Santo Cristo de 1962: el día en el que los olmos dieron peras en Villapalacios

 

Por José Ángel Montañés. Publicado el 14 de septiembre de 2021

 

 

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La calle Ramón y Cajal de Villapalacios, actualmente, por donde debía pasar la procesión el día 14 de septiembre de 1962 y donde está la casa donde se celebró la verbena. / FOTO DE JOSÉ ÁNGEL MONTAÑÉS

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r La historia está llena de pequeños hechos, que, pasados los años, parecen insignificantes, pero que, en su momento, significaron mucho. Es lo que ocurrió el 14 de septiembre de 1962 en Villapalacios; un día de Santo Cristo, que, como cualquier otro en la historia de la localidad es el más grande para todos los villapalacenses.

Este día es el punto central de sus fiestas patronales en el que se celebra una misa a la que acuden centenares de personas que luego salen en procesión por las calles más céntricas de la localidad llevando la imagen del Santo Cristo de la Vera Cruz a hombros. El acto está presidido por las autoridades municipales y religiosas. En la procesión, que cuenta con banda de música (al principio la Banda de Música de Bienservida y últimamente los Pizarrines de Génave, Jaén), participan gran número de villapalacenses, familiares y amigos que no quieren perderse la jornada.

El 14 de septiembre es el único día inamovible de las fiestas patronales, caigan cuando caigan de la semana. En esas jornadas, el pueblo se engalana como nunca y todo el mundo participa en las actividades programadas por el Ayuntamiento, sobre todo en la Plaza Mayor, junto al Ayuntamiento y la iglesia de San Sebastián, o en sus proximidades: conciertos, bailes, puestos de churros o pollos asados, los tradicionales puestos de tiro y los turroneros, o jugándose las "perras" en el Juego de la Taza, un juego de azar único en la provincia de Albacete y casi de España, que se desarrolla durante los días de las fiestas, en el exterior del templo. También en las tradicionales corridas de toros que se han celebrado desde hace más de 400 años en esta localidad y que tanto gustan a los de Villapalacios.

Pero en 1962 la jornada del 14 de septiembre estuvo a punto de fracasar por el desencuentro entre el sacerdote de entonces, Miguel González López y las autoridades municipales que llevó, incluso a que ese mismo día, festivo como se ha contado, se celebrara una sesión extraordinaria en el Ayuntamiento con la idea de emprender una serie de acciones. El incidente fue, realmente, grave y mostró la tirantez que en ese momento vivían el poder religioso y el político en Villapalacios. Ese día fue la gota que colmó el vaso de estas malas relaciones, que, por suerte, se acabaron superando.

 

 

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Procesión del Santo Cristo de la Veracruz en dos años de la década de los años sesenta del siglo XX, en un
momento en el que solo los hombres llevaban la imagen. / FOTOS DE AUTOR DESCONOCIDO.

 

Miguel González López, que ejerció de sacerdote en la localidad, entre el 11 de diciembre de 1956 y el 6 de enero de 1994, ha sido el sacerdote que más huella ha dejado en Villapalacios en los últimos tiempos. No en vano permaneció "37 años, un més y cinco días", como dejó escrito en el Libro de Visita Pastoral-Regimen Parroquial de la Parroquia de Villapalacios el día de su despedida. Fue un acto que contó "con gran afluencia de fieles, con la presencia del señor Arcipreste Don Ricardo Magro Moreno, embargado todos de profunda emoción, en el que celebré la Sagrada Eucaristía para despedirme de la feligresia, al marchar a Misiones en el Perú", como escribió en su despedida.

 

De hecho, 'Don Miguel', como se le conoce en Villapalacios, dejó escrito en este mismo libro:

Siempre ha sido un timbre de gloria ser cura de Villapalacios, y quisiera que ese fuera el titulo que figure en mi sepultura, cuando llegue la hora de rendir cuentas. Agradeciendo a todos la paciencia y bondad al aguantarme todo este tiempo, firmo la presente, fecha ut supra. Miguel González López.

 

Miguel González López fue ordenado cura el 12 de junio de 1954 y al año y medio tomó posesión de la iglesia de San Sebastián de Villapalacios hasta que en 1994 decidió cruzar el charco y marcharse de misiones al Perú. Allí permaneció hasta su jubilación. En 2004 con motivo de las bodas de oro sacerdotales, el boletín 'Carta de Casa' publicado por la Oficina de Comunicación y Prensa del Arzobispado de Lima publicaba un pequeño perfil suyo en el que explicaba cómo había llegado hacía 12 años a Lima y había estado encomendado a varias parroquias, como la de Comas, Lurin y San Miguel. Y relataba que su mayor logro lo había obtenido como Asesor Nacional de los Cursillos de Cristiandad que le habían permitido conocer casi todo Perú y parte de América del Sur. En el año 2000 fue nombrado párroco de San Francisco Solano en Rimac, la zona portuaria de Lima, que seguía dirigiendo en 2004 y en la que se apuntaba, cuenta con "40.000 habitantes". Según el texto, Don Miguel estaba impulsando "la Gran Misión Reama Mar Adentro con la preparación de misioneros y con más de 100 animadores y está orientada a llega a cada familia despertando el interés y la inquietud por el amor de Dios y el compromiso de ser cristianos".

En Villapalacios todo el mundo lo sabe: "Don Miguel" fue un hombre de presencia y carácter fuerte. En esta localidad, como en cualquier otra de la España del franquismo, el sacerdote era uno de los poderes fácticos del momento, que, junto con la autoridades municipales y la guardia civil, velaban por el cumplimiento del orden moral, social y político establecido. Nada ocurría sin que ellos lo supieran y sin que ellos dieran su beneplácito.

Pero en Villapalacios, como en muchos lugares de España, los años sesenta representaron el primer aliento de libertad después de una dura guerra civil de tres años y una postguerra mucho más dura. Y eso es lo que pasó en esa jornada que muchos en villapalacios vivieron y, por suerte, recuerdan.

Veamos que pasó:

El cura estaba molesto porque quería impedir que los jóvenes organizaran la primera verbena en el pueblo, en el corral de Rodrigo Resta Manchón y Angelina , en la casa en la que vivieron de la calle Ramon y Cajal, muy cerca de la Plaza Mayor. Días antes, desde el púlpito de la iglesia, dijo que la verbena no se celebraría hasta que “los olmos dieran peras”.

Y el milagro se produjo. El 14 de septiembre la calle y la casa de Rodrigo y Angelina donde se iba a celebrar la verbena amaneció con un arco realizado con ramas de olmos y peras colgadas, bien gordas, cogidas del molino del Ruidero.

¡Glups!

El enfado del sacerdote estaba garantizado. Lo que vino después lo podemos leer en el libro de actas de ese día que se conserva en el Archivo Municipal de Villapalacios, después de que se produjera una sesión extraordinaria presidida por el alcalde Robustiano Rodríguez Resta, algo también inaudito en un 14 de septiembre.

Veamos lo que quedó escrito:

La corporación después de un amplio cambio de impresiones hace constar que como es tradicional en este pueblo en el día de hoy, festividad de Santísimo Cristo de la Veracruz, se viene organizando una función religiosa consistente en la Santa Misa y procesión de la Imagen a la que asiste la Corporación Municipal en Pleno con una banda municipal de música con el fin de que dicha Banda actúe durante la procesión en honor del Santísimo Cristo.

Estos actos se han venido realizando desde tiempo inmemorial y en el día de hoy el Sr. Cura Párroco y ante la oposición de Autoridades y vecindario en general ha suspendido la procesión, alegando que no la hacía porque iba la Banda de Música a la procesión y suponía que en los conciertos que esta Banda suele dar en la Plaza Pública bailarían.

Este Ayuntamiento no contrata la banda para bailes, sino que lo hace para que actúe en conciertos y principalmente para solemnizar los actos religiosos, explican de forma categórica.

 

Al parecer, antes del acto religioso el sacerdote se presentó en el Ayuntamiento “exigiendo que el alcalde le prometiese que no bailarían cuando la Banda de Música tocase, promesa que el alcalde no ha hecho basándose en que no tiene Autoridad para prohibir que nadie baile”.

Como respuesta, don Miguel “antes de finalizar la Misa anunció que por ciertas razones que no había porque explicar, este año no se celebraría la procesión”.

Suponemos el estupor que creó en la gente que había en la iglesia. Por eso no dudaron al salir de misa “manifestarse airadamente en la plaza y en el Ayuntamiento, exigiendo se celebrase la procesión tradicional en actitud violenta, exteriorizando su disgusto porque consideraban un desafío y una vejación hecha al pueblo en uno de sus caros sentimientos”.

La tensión tuvo que ser máxima: “la manifestación violenta del vecindario no ha culminado en hechos graves gracias a la intervención de las autoridades auxiliados por el Sr. cura párroco de Bienservida”.

Por eso dejaron escrito:

Esta corporación haciendo solidaria del sentir popular y considerándose ofendida asimismo por este acto, como por lo muchos precedentes que hay… acuerda elevar su más enérgica protesta condenando estos hechos que como en otras ocasiones han manifestado, ha creado graves problemas, con sus reiterados vejaciones a los fieles globalmente y particularmente a una cantidad innumerable de familiar, así como sus manifestaciones poco gratas hacía nuestras instituciones políticas; esta Corporación consciente de la responsabilidad que le incumbe y preocupada por los luctuosos hechos que un día pueden producirse, reitera una vez más que por las Autoridades Superiores se ponga fin a este estado de cosas que aún sin esos hechos graves que presentimos han creado una atmosfera de malestar, de enemistades y de amargura que dañan enormemente la paz de este pueblo.

 

Estaban realmente enfadados. Por eso dicen:

Nos creemos en la obligación de hacer constar que no puede seguir ostentando la representación de este pueblo dignamente ya que ha sido encarnecida con constantes vejámenes a ella, al pueblo y a los organismos políticos de la Nación. Se acuerda por último que de este acuerdo se remita copia al Emnno. Y Rvdmo. Sr. Obispo Auxiliar de Toledo y al Excmo. Gobernador Civil de la provincia.

No sabemos si la procesión se celebró, pero si el baile, que fue todo un éxito. Los jóvenes de entonces se lo pasaron en grande. Y hay un buen número de fotos que recuerdan esta jornada de baile y disfrute. Durante el baile se proclamó la primera reina de las fiestas de Villapalacios de la que se tiene noticia a Mari Carmen Solanera, hija de un guardia civil que habí destacado en el pueblo. Las dos damas fueron Julia Alfaro Molina y María de los Ángeles, no sabemos su apellido.

Estas son algunas de las fotos de aquella verbena. Si clicas encima podrás ver cuando se publicaron en el grupo de Facebook 'Del Hoyón al hueco y del Ciento a Matacenillas' y podrás leer los comentarios que en ese momento muchos de los de Villapalacios aportaron sobre este asunto.

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Maria Carmen Solanera y José Linares Quijano, Reque, durante la verbena. / FOTO ARCHIVO JOSÉ LINARES.

 

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Pepa Navarro y su novio entonces Pepe, seguidos por Carmen Navarro y Pepe Luis.
Detrás Sixto y Quini y, al final, Joaquín Linares. / FOTO ARCHIVO JOAQUÍN LINARES

 

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Emeterio Resta, y Rafa, hermano de Esperanza,
junto con Julia Alfaro. / FOTO DE JULIA ALFARO MOLINA

 

Acta de la sesión extraordinario del dia 14 de septiembre de 1962


En Villapalacios a catorce de septiembre de mil 1962. En el Ayuntamiento y siendo las diecisiete horas, se reúne bajo la presidencia del señor alcalde D. Robustiano Rodríguez Resta, la Corporación Municipal en pleno, a excepción del Primer teniente de alcalde Don Bartolomé Linares Giménez asistido de mi el secretario.

Al ser la hora señalada se de obra abierto el acto y el secretario dio lectura de acta de la anterior que es aprobada.

Seguidamente la corporación después de un amplio cambio de impresiones hace constar que como es tradicional en este pueblo en el día de hoy festividad del Santísimo Cristo de la Veracruz se viene organizando una función religiosa consistente en la Santa Misa y procesión de la imagen a la que asiste la Corporación Municipal en pleno con una banda municipal de música con el fin de que dicha banda actúe durante la procesión en honor del Santísimo Cristo. Que como decimos anteriormente estos actos se han venido realizando desde tiempo inmemorial y en el día de hoy por el señor cura párroco y ante la oposición de autoridades y vecindario en general ha suspendido la procesión alegando que no lo hacía por que iba la banda de música a la procesión y suponía que en los conciertos que esta banda suele dar en la plaza pública bailaran.

Este ayuntamiento no contrata la banda para bailes, sino que lo hace para que actúe en conciertos y principalmente para solemnizar los actos religiosos. Que con anterioridad al acto religioso de esta mañana el S. cura se persono en este ayuntamiento exigiendo al señor alcalde le prometiese que no bailarían cuando la banda de música tocase, promesa que el alcalde no ha hecho basándose en que no tiene autoridad para prohibir que nadie baile.

Que antes de finalizar la misa anunció que por ciertas razones que no había porque explicar este año no se celebraría la procesión. Terminada la misma los asistentes salieron del templo, pero se manifestaron airadamente en la Plaza y en el ayuntamiento, exigiendo se celebrase la procesión tradicional en actitud violenta, exteriorizando su disgusto porque consideraban un desafío y una vejación hecha al pueblo en uno de sus más caros sentimientos. Que dicha manifestación violenta del vecindario no ha culminado en hechos graves gracias a la intervención de las autoridades auxiliados por el señor cura párroco de Bienservida.

Que ante esta actitud esta Corporación haciéndose solidaria del sentir popular y considerándose ofendida asimismo por este acto, como por los muchos precedentes que y se hicieron constar en ct de fecha 20 de enero de 1962, acuerda elevar su más enérgica protesta condenando estos hechos que como en otra ocasiones han manifestado, ha creado graves problemas, con sus reiterados vejaciones a los fieles globalmente y particularmente a una cantidad innumerable de familias, así como sus manifestaciones poco gratas hacia estas instituciones políticas, esta corporación, consciente de la responsabilidad que le incumbe y produce por los luctuosos hechos que en un día pueden producirse, reitera que por autoridades superiores se ponga fin a este estado de cosas que aun sin esos hechos graves que presentimos han creado una atmosfera de malestar, de enemistades y amagura que dañan enormemente la paz de este pueblo.

 

 

 

 

 

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