Historia de Villapalacios. Temas.

El ‘accidente laboral’ que costó la vida a cuatro
hombres en Villapalacios el 23 de junio de 1946

José Grimaldo Niño, Julio López Martínez, Ángel Martínez Parra y Ángel Bermúdez Quílez murieron hace 77 años por un corrimiento de tierras en los Cortijos del Río

 

 

Por José Ángel Montañés Bermúdez, 22 de junio de 2023. Actualizado el 29 de junio de 2023.

 

 

 

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Pongamos rostro a los fallecidos en el accidente del 23 de junio de 1946. Si tienes una fotografía de José Grimaldo Niño o de Ángel Martínez Parra, puedes enviarla al correo electrónico: villapalacios@historiadevillapalacios.es para poder verles la cara a todos ellos, 77 años después de su trágica muerte. En el montaje: Julio López Martínez (2i) y Ángel Bermúdez Quílez (d), cuando realizó el servicio militar. / ARCHIVO FAMILIA LÓPEZ BERMÚDEZ / ARCHIVO FAMILIA MONTAÑÉS BERMÚDEZ

 

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Villapalacios vivió una jornada luctuosa el domingo 23 de junio de 1946. Fue a las 12 de la mañana, mientras un grupo de hombres que vivían en los Cortijos del Río realizaban labores de limpieza en una acequia para conseguir que el agua llegara a sus sembrados.

La cortijada del Río, situada a unos seis kilómetros del casco urbano de Villapalacios era por entonces una pedanía (contaba con alcalde pedáneo) en el que vivían unas 155 personas.

La zona en la que ocurrió el desgraciado accidente, conocida como El Toril (Noguericas), en un terrero cercano al río Mesta hoy cubierto de zarzas, presentaba un gran desnivel, algo que provocó, en un momento dado, el derrumbe y corrimiento de tierra y piedras de la ladera que acabó con la vida de cuatro de ellos y dejó herido, al menos, a un quinto.

Los hombres que fallecieron, por aplastamiento, asfixia y desangrado, tras una hemorragia de las arterias tibiales, según determinaron las autopsias, tenían entre 31 años, el más joven, y 63, el mayor. Un duro golpe para todas esas familias que perdieron al cabeza de familia en unos momentos tan críticos como fueron los siguientes años al fin de la Guerra Civil.

Y una gran congoja para todo Villapalacios que vio llegar, desde los cortijos del río, a los cuatro cadáveres a lomos de caballerías. ¡Tremendo!

Al día siguiente, 24 de junio, entre las 14 y 14,30 horas, el juez de paz de Villapalacios, Cristino Resta Resta, y el secretario, Abril Gómez López, inscribieron la defunción de los fallecidos, en presencia de los testigos José Julian Bueno Gallego y David Pajares Pajares, como quedó constancia en los libros del Juzgado de la localidad, tras abrirse diligencias al considerar que el fallecimiento fue por “accidente de trabajo”.

Todos fueron enterrados en el cementerio del pueblo ese 24 de junio, día de San Juan, por el sacerdote Valentín Moreno en presencia de las autoridades locales y provinciales, como luego se verá.

Valga esta pequeña biografía como recuerdo de cada uno de ellos, en espera de contar con una fotografía suya para poderles poner rostro, y de algún dato más, que puedan aportar sus familiares:

 

 

JOSE GRIMALDO NIÑO

Nacido en Torres de Albanchez (Jaén), el 12 de abril de 1883, era el mayor del grupo ya que contaba con 63 años en el momento del accidente. Era hijo de Sandalio Grimaldo y de Trinidad Miño y constaba domiciliado en los Cortijos del Rio. Jornalero y bracero de profesión, estaba casado en primeras nupcias con Eugenia Losa Marqueño, natural de Villapalacios.

En la partida de defunción del juzgado de Villapalacios se puede leer: “de cuyo matrimonio deja una nieta llamada Dolores Grimaldo Beas, de su difunto hijo Juan Grimaldo Losa”.

Según la autopsia falleció a consecuencia del peso de la tierra y de las piedras sobre su cuerpo.

José Grimaldo no había tenido una vida fácil. De izquierdas, estaba afiliado al sindicato UGT y al acabar la Guerra Civil, cuando contaba con 59 años, fue condenado por “auxilio a la rebelión” a 12 años y un día de prisión menor conmutada por seis años y un día de prisión mayor.

Al final cumplió “solo” una condena de tres años: desde el 16 de junio de 1939 al 27 de mayo de 1942. Todo, según los datos de la Causa nº 1687 de Alcaraz que se conserva en el Archivo General e Histórico de Defensa Caja 14676/8. https://victimasdeladictadura.es/Jose-Grimaldo-Nino-AB-9695

Sabemos, por el libro de bautismos que la nieta de José Grimaldo, la pequeña Dolores Grimaldo Beas, fue bautiza en la iglesia de Villapalacios el 19 de noviembre de 1939 (y por lo tanto su abuelo estaba en prisión). Pero según consta en esa partida de bautismo la niña había nacido mucho antes, el 8 de marzo de 1937, por lo que no fue bautizada durante la guerra. En ese texto se cita que su padre es Juan Grimaldo Losa y su madre Fidela Beas García. La madrina del bautizo fue Maria Josefa Medina y testigos Juan Montañés y Manuel Gallego, todos de Villapalacios.

Tres meses antes de fallecer José Grimaldo, el 10 de marzo de 1946, había fallecido también su hermano Pedro, de 49 años. Solo sabemos que murió en su casa de la calle del Castillo.

 

 

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JULIO LÓPEZ MARTÍNEZ

Natural de Villapalacios, había nacido el 27 de agosto de 1914 y tenía 31 años cuando falleció. Era hijo de Gregorio López Parra y de Juliana Martínez González y vivía, como el resto de hombres, en los Cortijos del Río. De profesión jornalero-bracero, estaba casado con Florentina Ruiz López y eran padres de Josefa, de apenas cinco u ocho meses de edad cuando ocurrió el accidente.

Falleció a consecuencia de hemorragia pulmonar y choque traumático, producido por el desprendimiento de tierras, según el informe de autopsia que se ha conservado.

Según explica Javier C. López, sobrino-nieto del fallecido, Julio tenía cuatro hermanos: Juan Francisco, María, Adolfo y Antonio y pertenecía a la familia apodada de 'Los Vaqueros'.

La fotografía la ha facilitado la sobrina de Julio López Martínez: Juliana López Bermúdez, hija de Juan Francisco López.

 

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ÁNGEL MARTÍNEZ PARRA

Nacido en Villapalacios el 8 de junio de 1886, tenía, por lo tanto, 60 años en el momento de su muerte. Sus padres fueron Francisco Martínez y Apolonia Parra, y vivía en los Cortijos del Río. De profesión labrador estaba casado en primeras nupcias con Antonia Ruiz Losa de cuyo matrimonio dejó una hija llamada Carmen Martínez Ruiz.

Falleció a consecuencia de hemorragia por rotura de las arterias tibiales producida por el desprendimiento de tierras, según el informe de la autopsia.

 

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ÁNGEL BERMÚDEZ QUÍLEZ

 

Nacido en el Salobre el 1 de marzo de 1897, tenía 49 años en el momento de su muerte. Era hijo de Pascual y Valeriana. Como los tres anteriores estaba domiciliado en los Cortijos del Rio y era jornalero.

Estaba casado, en primeras nupcias, con Basilisa Bermúdez López de cuyo matrimonio dejó cuatro hijos: Francisco, Ángeles, Rosario y Juan (de 18, 17, 11 y 4 años, respectivamente). Falleció por hemorragia cerebral y asfixia por enterramiento, según la autopsia y certificación facultativa.

Basilisa y Ángel, primos hermanos, se casaron en el Salobre y después de nacer allí sus hijos Francisco (1927), Ángeles (1928), Rosario (1934) y Francisca (1937) volvieron a Villapalacios, instalándose primero en el cortijo de los Narcisos y luego en la cortijada del Río, donde vivía la mayoría de familia de ella y donde tuvieron otro hijo: Juan (1941). 

Se da la circunstancia de que era la segunda vez que Basilisa se quedaba viuda.

Se había casado, por primera vez, el 22 de octubre de 1917 con Julio Rodríguez Rodríguez, con el que tuvo una hija, al año siguiente, a la que pusieron Sagrario. Julio falleció el 18 de julio de 1919, cuanto tenía solo 26 años, durante una pelea por asunto de pastos en la zona de las Navazas, Guadalmena. Después de eso, la familia de Basilisa, que tenía solo 23 años, la mandó al Salobre con Sagrario, de poco más de un año.

Y allí se casó con Ángel, primo hermano suyo.

La vida de Basilisa estuvo marcada por la pérdida de las personas de su familia: tras la muerte de su primer marido Julio en 1919, le siguió la de su hija Francisca, con apenas seis años, por una bronconeumonía, en mayo de 1943 y la de su segundo marido Ángel, en junio de 1946. Cuatro años después, perdió a un segundo hijo, Francisco, el 12 de abril de 1950, con 22 años, a causa también de una bronconeumonía.

Tras el accidente, Basilisa se trasladó a vivir con sus cuatro hijos al casco urbano de Villapalacios tras adquirir una casa en la calle de Barrios Nuevos con el dinero obtenido por la venta de una vaca lechera que tenía la familia.

Ángel y Basilisa fueron mis abuelos maternos.

 

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Además de los cuatro fallecidos hubo más hombres heridos, que salvaron la vida gracias a la acción decidida de algunas de sus mujeres que rápidamente acudieron al lugar del accidente:

'Mi padre quedó sepultado, pero al llegar mi madre se puso a sacar la tierra con las manos y lo salvó. Estuvo bastante tiempo en cama, pero gracias a Dios quedo bien'.

Recuerda María y su hermana Carmen, hijas de VIRGILIO MOLINA GARCÍA que quedó también sepultado bajo las piedras y la tierra, entre dos de los fallecidos, pero con vida. Virgilio, hijo de Máximo y de Esperanza había nacido el 23 de enero de 1913, y por lo tanto tenía 33 años cumplidos).

Pero su madre FELICIDAD LÓPEZ, no solo le salvó la vida a su marido (con el que se había casado el 31 de octubre de 1940):

'Mi madre también salvó a otro señor, dándole agua, mojando un pañuelo y escurriéndoselo en la boca. Creo que se llamaba Manuel Bermúdez'

MANUEL BERMÚDEZ BERMÚDEZ, que en el momento del accidente tenía 23 años (había nacido el 6 de octubre de 1927 y falleció el 12 de abril de 1950) quedó herido en una pierna el resto de su vida, pero pudo continuar viviendo.

 

 

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La desgracia, que sobrecogió a todos los vecinos de Villapalacios, tuvo poco reflejo en la documentación oficial. No hubo ninguna reunión del consistorio el día del accidente, ni el día del entierro. En la primera, registrada del 28 de junio y que presidió el alcalde Sisenando Pajares Resta con presencia de los concejales Jesús Quijano, Amador Rodríguez, Edelmiro Pajares, Robustiano y José Antonio Montañés, se rectificaron los presupuestos del año, tras los reparos recibidos de parte del delegado de Hacienda del día 22.

Es verdad que el 1 de julio, una semana después de los acontecimientos, se anotó en el acta de la reunión municipal que:

El alcalde propone y así se acuerda que conste en el Acta el Agradecimiento del Ayuntamiento al Excelentísimo Señor Gobernador Civil por los donativos entregados a las familias de las víctimas de la desgracia ocurrida en la Cortijada del Rio de Casas, y por haberse dignado a presidir el entierro de las víctimas.

por lo que nos enteramos por esta breve nota que hasta la localidad se desplazó una de las mayores autoridades provinciales para acompañar a las familias que también realizado algún regalo a todas ellas. No sabemos el qué.

En el acta también se dice:

Así mismo se acuerda aprobar el pago de los víveres que del sobrante del racionamiento ha ordenado entregar a las familias de las víctimas el Excelentísimo Señor Gobernador Civil y cuyo importe es de 143,50 pesetas, que se abonará con cargo al capítulo de imprevistos.

No sabemos si fueron 143,50 pesetas para cada una de las familias o para todas.