Historia de Villapalacios. Imágenes.
Villapalacios en los años 60
En los años 60 del siglo XX, el fotógrafo albacetense Jaime Belda Martínez (hijo de Jaime Belda Seller) recibe el encargo del Gobernador Civil de Albacete del momento (quizá José Fernández Fontecha o Antonio Gómez Picazo) de recorrer todos los municipios de la provincia y fotografiar sus calles y plazas más destacadas. Belda no recuerda con exactitud la fecha de su viaje, pero tuvo que ser posterior a 1965.
Los Belda son varias generaciones de fotógrafos provenientes de la localidad alicantina de Novelda que han desarrollado su trabajo en Albacete: Jaime Belda Alted (1878- 951), Jaime Belda Seller, Jaime Belda Martínez y Víctor Belda Garrido.
El encargo que recibe el fotógrafo, como él mismo recuerda, es hacer un trabajo rápido, sin apenas planteamiento previo. De la prisa por hacer el trabajo da fe el hecho de que el propio gobernador pone a disposición de Belda su propio coche y su chofer, con el fin de llegar a todos los sitios de interés lo más rápidamente posible.
Cómo única indicación al fotógrafo se le proporciona una lista con las calles que debía fotografiar de cada una de las localidades.
Estas son las imágenes de Villapalacios, un trabajo escaso para nuestros intereses, pero que el paso de los años ha hecho que adquiera valor de documento único. De entrada, dos cosas llaman la atención al contemplar estas fotos: la ausencia de personas en las calles, apenas se intuyen unas cuantas al final de la calle del Currucote (foto 4), y la mala luz con la que tuvo que trabajar el fotógrafo, con grandes sombras que ocultan las fachadas de los edificios.
UN APUNTE:
En 2008, poco después de comenza con esta página, nos pusimos en contacto con la casa Belda para saber qué material tenían de Villapalacios. De entrada, aseguraron que no les constaba nada, pero que mirarían en sus cuadernos. A los pocos meses, cuando viajé a Albacete, tal y cómo habiámos acordado, me pasé por su estudio en la calle Marqués de Molins número 16 de Albacete. Allí, Jaime Belda Martínez, me enseñó, en el enorme salón decorado con ampliaciones de los trabajos más destacados de su familia, uno de los cuadernos y me dijo que tenía seis fotografías de su viaje por toda la provincia. Le pedí copias en color sepia, para que parecieran antiguas y estas son las que aparecen en esta página, que como puede verse llevan el sello (margen inferior derecho) inconfundible de la casa Belda.
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Plaza Mayor y parte inferior de la iglesia de San Sebastián.
La parte inferior de la plaza mayor aparecer empedrada y con tierra en el pavimento, si bien, como se verá en el resto del pueblo, las aceras están recién hechas. A la derecha, la iglesia, y en concreto los dos cuerpos de su torre. Dos árboles dan sombra a la entrada del templo, y nos la oculta, a la vez que cobijan a uno de los primeros elementos de modernidad del pueblo, un Seat 600. En la parte central varias casas encaladas, la primera de la derecha se identifica como la que vió nacer al Hermano Francisco. A la izquierda la imponente fachadas de dos de las últimas casas construidas alrededor de la plaza.
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Calle de Los Condes de Paredes.
La continuación de la anterior. A la izquierda se aprecian los enormes sillares de piedra de la que hoy es casa parroquial, antes de la última reforma. En frente la conocida popularmente como "la ruperta", uno de los últimos caserones que quedan en pie en el municipio y que, si nadie toma cartas en el asunto, se vendrá abajo. Una casa con una fachada castellana de dos pisos, cancela y rejas de forja originales. La calle unía en el siglo XVI la plaza con la entrada del castillo de San Miguel.
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Calle de la Bolea hacia el cementerio.
Una de las avenidas más grandes de la localidad que conducen al cementerio. La construcción de esta avenida y el nivelado del terreno, supuso una de las mayores obras de infraestructura acometidas por la población tras la Guerra Civil. Los árboles marcan el límite derecho de la avenida, y el pequeño muro impide que nadie caiga por el barranco que se esconde tras él. Al final se aprecia la entrada del cementerio y un camposanto casi vacío de sepulturas.
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Calle Luis Vives (ántes Gabinete), placeta y calle del Currucote.
El fotógrafo colocado en este lugar capta esta "esquina de comunicación". La mayoría de las casas son de piedra encalada, aunque en el fondo se aprecian algunos andamios que anuncian lo que sucedió poco después. La transformación total de esta calle.
Calle del Ojeado, dirección placeta del Correo.
En esta imagen destaca la enorme fachada de la recién reconstruida casa de la familia Algaba. Al fondo, y de frente, la casa de la familia Quijano.
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Calle de Daoíz y Velarde.
En la confluencia de estas calle con la que va a la plaza. Ya se ven algunas casas con las fachadas remontadas. Al fondo, en la esquina derecha el edificio del bar de Bolsos, todavía hoy en píe.
Si quieres ver estas mismas imágenes en movimiento, simulando un paseo por el Villapalacios de estos años, clica aquí.
