Historia de Villapalacios. Temas
Tres procesiones, dos novilladas, una compañía de variedades y una noria en las fiestas de 1944
La celebración de la feria de septiembre de Villapalacios, alrededor del Santo Cristo de la Vera Cruz, han ido cambiando con el paso de los años
Por José Ángel Montañés, 5 de septiembre de 2023
Ver también:
Programas de Fiestas 1944-2023
Una de las tres procesiones que se hicieron con la imagen del Santo Cristo de la Vera Cruz en 1944, el año en el que la Hermandad del Santo Cristo recuperó su actividad tras el parón de la Guerra Civil. En la imagen aparecen muchos de los villapalacenses que participaron, las autoridades civiles y religiosas y la banda de música de Bienservida que ese año estuvo presente en casi todos los actos que se programaron en las fiestas.
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Se acercan las fiestas en honor del Santo Cristo de la Vera Cruz de Villapalacios, los días de fiesta grande en nuestra localidad. Año tras año se repiten los acontecimientos que marcan estos días de fiesta y celebración en los que el pueblo se llena de gente para disfrutar y reencontrarse con los suyos. Las fiestas que duran alrededor de cuatro días: comienzan en la noche del día 13 y se prolongan hasta el 16 o el 17 de septiembre, en función de cómo caiga el fin de semana, giran en torno a la devoción de esta figura del Cristo Crucificado.
¿Pero en realidad las fiestas han sido siempre las mismas o han ido cambiando a lo largo de los años?
Si analizamos con detenimiento los programas de fiestas más antiguos que conocemos, los de 1944, 1950 y 1951, nos damos cuenta de que sí han cambiado y bastante.
Vayamos por partes:
En 1944 el comienzo de las fiestas no fue el pregón y la proclamación de las damas y reinas…, como ocurre desde hace unos años. Entonces no hubo nada de certámenes de belleza ni similares. A las diez de la noche los villapalacenses se concentraron en la Plaza Mayor, rebautizada tras la Guerra Civil por el régimen, Plaza del Caudillo, entorno a una hoguera que marcaba el inicio de los cuatro días de fiesta. Un momento que estuvo acompañado por el repique de campanas; algo que podría recuperarse en los próximos años, ahora que el toque de nuestras campanas goza del reconocimiento de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
Por lo que los fuegos artificiales, que nos parecen que siempre se han encendido en esa noche en honor del Santo Cristo, no estuvieron presentes en ese año. Sabemos por un documento de 1932 que en ese año se compraron por valor de 84,50 pesetas "faroles y globos para amenizar la fiesta de Santo Cristo". (1) Sin embargo, en el programa de fiestas de 195o y 1951 ya si que aparecen programados los fuegos artificiales para la noche del día 13: "A las 11 de la noche, en la Plaza del Caudillo, se quemará la tradicional y típica luminaria con disparo de cohetes y fuegos de artificio", por lo que parecen convivir la tradición de la hoguera con los incipientes fuegos de artificio. (2)
La primera noche festiva acababa con la actuación en la plaza de la “renombrada Banda de Música de Bienservida”; un conjunto que, veremos, quedó amortizado por estar casi omnipresente en todos los actos de esos días de fiesta.
Una de las cosas que no ha cambiado es la diana que cada mañana despierta durante esos días a los vecinos de Villapalacios. Por suerte para nosotros, ahora es a las 8 de la mañana (según el programa oficial de Feria y Fiestas de este 2023), porque en ese 1944 era dos horas antes, ¡a las 6 de la mañana!
Está claro que antes las cosas se hacían más temprano:
A las 10 de la mañana del día 14 de septiembre comenzó la tradicional misa, llamada entonces “Función Religiosa”, en honor del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, seguida de la tradicional procesión. Ese día de 1944 fue mucho más sonado de lo normal, ya que volvió a procesionar junto a la imagen de Cristo crucificado la centenaria Hermandad del Santísimo Cristo, que había dejado de funcionar tras el golpe de estado de 1936 y la siguiente Guerra Civil.
La banda de Bienservida también estuvo presente en esa misa y en la procesión. De ese histórico día da fe una foto en la que se ve a los músicos bienservideños, los miembros de la hermandad y a todos los villapalacenses que participaron a las puertas de la iglesia inmortalizados en un momento mágico en que absolutamente todo el mundo mira a la cámara del fotógrafo.
Ese mismo día, a las seis de la tarde, se celebró la primera novillada de las fiestas, en la que se lidiaron 4 erales de la ganadería de la “señorita” Carmen González de Albaladejo. Los cuatro toros fueron lidiados por el mismo diestro, Pedro Saez, Tobarreñito, que como estaba establecido, solo mató uno.
La jornada acabó con una gran “Función de Variedades” de la compañía de Baldomero Gómez que dio comienzo a las 11 de la noche.
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Programa de fiestas de 1944. Si quieres leer el texto, clica sobre cada una de las imágenes. / ARCHIVO DE GLORIA LOSA
El día 15, diana a las 6 de la mañana; y a las 10, la segunda Función Religiosa, seguida de la segunda procesión con la imagen del Santísimo Cristo por las principales calles de la población. Estaba claro que la Hermandad quería recuperar el tiempo perdido y en el primer año de su nueva etapa quiso estar presente todos los días de las fiestas.
A las 6 de la tarde, la segunda novillada de la misma ganadería y el mismo diestro, demostrando que había confianza en este torero que tenía la difícil faena de atraer a la afición local dos tardes seguidas.
Y por la noche la misma compañía de variedades de Baldomero Gómez, eso si “con diferente repertorio del día anterior”, según se hace constar en el programa. Y entre los entreactos actuaba la casi omnipresente banda de música de Bienservida.
El día 16, comenzó, con la última diana a las 6 de la mañana y a las 10 un tercer oficio religioso y una tercera procesión. A las 6 de la tarde de ese día ya no hubo toros, pero si una actuación de la popular banda de música de Bienservida.
Las fiestas acabaron, a partir de las 9 de la noche con una Gran Verbena en la Plaza Mayor… amenizada, como no podía ser de otra forma, por una “orquestina seleccionada” de la banda de música.
Era el penúltimo acto de unas fiestas que terminaban, a partir de las 11 de la noche, con el tercer espectáculo de variedades de Baldomero Gómez, pero que, ¡menos mal!, “con motivo de su despedida presentará un nuevo y variado espectáculo”.
No hubo apertura de la feria ninguno de los días porque este encuentro anual de compraventa de animales y aperos de agricultura y labranza comenzó a celebrarse en 1950, como ya se ha publicado en otro lugar de esta página.
Pero lo que no faltó, como ahora era “un espléndido alumbrado” en la Plaza Mayor y las calles más principales, además de los “consabidos” puestos de churros, almendras y turrón. Además de la presencia de "carrouseles", y fotógrafos que instalaban sus puestos en la plaza por donde pasaron nuestros abuelos y nuestros padres cuando eran unos niños o unos jóvenes en unos tiempos en los que tener una fotografía era una especie de lujo.
También estuvo presente un elemento que ahora nos parece extraño: una noria, llamada en el programa "cestas" que durante años se instaló en una esquina de la plaza, junto a la iglesia.
Sabemos, por una carta posterior fechada el 30 de junio de 1956, que la noria era la de Diego Sánchez González, de Úbeda (Jaén). En esta fecha pide autorización al alcalde para instalar durante los días de feria una noria "que ocupa de diámetro 6 metros, en la seguridad de que esta atracción por su buena presentación ha de gustar”. En la carta le pide al alcalde que le conteste indicando las condiciones económicas por poder instalarla. Los descendientes de Diego Sánchez son responsables de las norias más altas que se siguen instalando en diferentes ciudades españolas durante las ferias o acontecimientos de todo tipo.
Tenemos la suerte de poder ver una imagen de esta noria. Se asoma en la parte superior derecha de una fotografía en la que se ven a tres jóvenes: Rosario y Fermina Rodriguez y Rosario Bermúdez (mi madre) durante un día de fiestas de finales de los años cincuenta, posiblemente. En la noria se ven dos cestas con tres niñas cada una y por las proporciones puede tener perfectamente los seis metros de diámetro que indicaba su dueño al alcalde en la carta de 1956.
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Las hermanas Rosario y Fermina Rodríguez, con su prima Rosario Bermúdez (a la derecha), durante un día de feria de finales de los años cincuenta. En la imagen de la derecha, detalle de la noria que aparece detrás de ellas, instalada en la esquina de la Plaza Mayor cercana a la iglesia. La noria es, posiblemente, la que instaló varios años el empresario de Úbeda, Diego Sánchez González. / FOTO ARCHIVO FAMILIAR MONTAÑÉS BERMÚDEZ.
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En el programa de fiestas (como ahora), también se incluye publicidad de los comerciantes e industriales que había en ese momento en Villapalacios que ocupan la mitad de las 14 páginas del programa. A todos ellos el alcalde, Pedro José Hinarejos (1939-1946), le agradece su colaboración.
Eran estos, por orden de aparición en el programa:
- Juan Montañés. Que ofrecía "gran confort" en su fonda (General Mola, 13)
- Pascasio Rodríguez. Ferretería, tejidos y paquetería (Plaza Mayor, 2)
- Gregorio Pajares Soro. Vinos, licores, aperitivos y meriendas del "Gran Café" (Alamillo, 19)
- Augusto Esteban. La "buñolería" (Avenida José Antonio, 4) que luego dio con sus churros la Dionisia.
- Gregorio Resta. La fábrica de aceites (Prim, 3)
- Cenaido Resta Linares. Baños contra ciática, reuma, riñón y piel en los baños de Relumbrar "de arriba".
- Edelmiro Pajares. Coloniales y paquetería (Alamillo, 15)
- Juan Manuel Pardo. Baños con las mismas propiedades medicinales en su parte del Relumbrar, pero con --bañeras de porcelana. "¡Ojo!, no os bañéis en pilas de cemento, hacerlo en las de porcelana, son más higiénicas", decía en su publicidad, para diferenciarse de la cercana competencia.
- José J. Quijano. El almacén de madera (Alamillo, 23)
- Robus. Tejidos (Yedra, 13)
- Rogelio Linares. Fábrica de aceites, coloniales y paquetería (Yedra, 11)
- Pedro José Navarro. Coches de alquiler (carretera Córdoba-Valencia)
- Marcos García. Taller de reparación de calzado. "queda como nuevo" (Prim, 6)
- Francisco Marín. Panadería y coloniales (Palacios, 28)
El alcalde en su bando pedía a "forasteros" y vecinos que se divirtieran porque cuanto mejor se lo pasen todos "más satisfacción encontrará esta Comisión", concluye el alcalde Hinarejos en su mensaje municipal.
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Panorámica de la Plaza Mayor de Villapalacios durante una actuación en las fiestas de 2022. / FOTO DE RICARDO RESTA SERRA
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APUNTES DE OTRAS FERIAS POSTERIORES:
De 1950 no conocemos el programa, pero si una página mecanografiada con los actos programados que se conserva en la documentación del Archivo Municipal de las fiestas que se celebraron entre el 13 y el 17 de septiembre.
Según este documento, como ya se ha dicho, ya se programan los fuegos artificiales; la diana era una hora más tarde, a las 7 de la mañana y solo se celebró una misa y procesión en torno al Santo Cristo de la Veracruz. En ese año el cine instalado en el Salón Maria Cristina proyectó (a las 11 de la noche), el drama romántico Locura de amor; el éxito del momento estrenado en 1948, dirigida por Juan de Orduña e interpretada por Aurora Bautista y Fernando Rey, que seguro emocionó e hizo llorar a muchos de los paloteños de entonces. Y a la misma hora, pero en otro local, se representó una "gran función de teatro" acargo de una "compañía de variedades", por lo que se pudo escoger entre cine y teatro esa noche. (3)
En el cine María Cristina se programaron esos días varios éxitos de esos años: Currito de la Cruz, dirigida por Luis Lucía en 1948 que narra las peripecias de un torero, interpretado por el diestro Pepín Martín Vázquez, Jorge Mistral y Manuel Luna; La Duquesa de Benamejí, también de Lucía, en la que unos bandoleros asaltan en Sierra Morena la diligencia en que viaja la duquesa de Benamejí, iniciándose entre ésta y el jefe de la partida un romance, y El Milagro de las campanas, un filme americano dirigido por Irving Pichel, también en1948 y protagonizado por un joven Frank Sinatra.
Programa de las fiestas de 1951. Si clicas sobre la imagen podrás ampliarlo y leerlo. Colección particular.
Para las fiestas de 1951 se imprimió un programa de cuatro páginas sin publicidad, paa las fiestas que también se celebraron del 13 al 17 de septiembre. Los actos dieron comienzo ese año el día 13 con el encierro de los toros que se iban a lidiar al día siguiente, la ya tradicional hoguera y los nuevos fuegos artificiales, todo en la plaza mayor. El 14, diana a las siete, por la "celebrada, incansable y resistente" banda de Bienservida dirigida por José Antonio García Algaba. A las 11 la misa tradicional, y por la tarde, a las 6 de la tarde, la corrida de seis toros que lidió Marianito Gallardo. Ya por la noche estaba previsto que actuara una compañía de "varietés y revistas" sin determinar de Madrid.
Al día siguiente, el 15, los actos programados era un nuevo encierro de toros, la apertura de la feria de ganado y agrícola que había comenzado a andar el año anterior, y por la tarde la segunda corrida de toros. En este caso las 4 reses pertenecían a la ganadería albacetense de Samuel Hermanos, y entre los toreros se vuelve a destacar a Marianito Gallardo. Ya por la noche, a las 11, la compañía madrileña volvería a amenizar la velada.
El día 16 se celebró el tradicional concurso del tiro al plato, y a las seis y a las once se programaron sendas verbenas populares, en la plaza de toros, amenizadas por una vocalista "guapísima", dice el programa, llegada de Madrid. Según constaba en el programa, la verbena estaba organizada "por el conocido y popular" seguido del nombre de una persona que fue recortado de todos los programas.
Los actos se cerraban el día 17 con un concurso de jinetes y desfile de amazona en la feria de ganado, y por la tarde concierto y baile en la plaza del Caudillo. Un programa de lo más variado.
REFERENCIAS:
1.- Actas de la reunión extraordinaria del Ayuntamiento de Villapalacios. 2 de mayo de 1932. Libro de Actas de 1932-1934. Archivo Municipal de Villapalacios.2.- Programa de fiestas de 1951. Colección particular.
3.- Programa de la Gran Feria y Fiestas que se celebrarán en Villapalacios (Albacete) durante los días 13 al 17 de septiembre de 1950. Archivo Municipal de Villapalacios.
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