Historia de Villapalacios. Personajes.


¿Nació el III Conde de Paredes en Villapalacios?

Varios vecinos y un nieto de Rodrigo Manrique declararon en 1565, bajo juramento de decir la verdad, que el padre de doña Juana Manrique había nacido en esta localidad, contradiciendo la teoría, nunca documentada, de que vino al mundo en Paredes de Nava, Palencia.

 

Por José Ángel Montañés. Publicado el 27 de marzo de 2025

 

 

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La calle Charcos de Villapalacios. En primera plano,a la izquierda, una de las pocas casas que quedan en la localidad con el aspecto que tenían que tener las viviendas en el siglo XVI. / FOTO JOSÉ ÁNGEL MONTAÑÉS

 

 

 

rojo Los condes de Paredes fueron dueños de varias localidades de la Sierra de Alcaraz, en la actual provincia de Albacete, que formaron el señorío de las Cinco Villas. Eran los lugares Cenilla, Matilla y El Pozo que Juan II había donado en 1436 a Rodrigo Manrique, I Conde de Paredes y que luego pasaron a llamarse Villapalacios, Bienservida y Villaverde, respectivamente. A esas tres villas se unieron, en 1477, Riópar y Cotillas, después de que los Reyes Católicos las entregara al II conde, Pedro Manrique, considerándose este año de 1477 como el inicio del señorío que estuvo en poder de esta familia castellana hasta el siglo XVIII. (Salazar y Castro, II: 285 ; Losa, 1988: 202-206).

Los primeros condes, sus esposas e hijos, visitaron y permanecieron, de forma temporal, en algunas de estas localidades como ha quedado constancia por los documentos:

Leonor de Acuña, II Condesa de Paredes, pasó en 1501 los últimos días de su vida en Villaverde, donde, tras permanecer un periodo de tiempo «gravemente enferma», el 16 de agosto dio permiso para que su cuñado Rodrigo Manrique y a su hija Inés Manrique, realizaran su testamento. Tras fallecer fue enterrada en el monasterio de San Francisco de Villaverde y el 22 de septiembre, Rodrigo e Inés se reunieron en Villapalacios para redactar sus últimas voluntades, que se dieron a conocer el 1 de octubre también en Villapalacios. Por su parte, Isabel Fajardo Chacón, primera mujer de Rodrigo Manrique, III Conde de Paredes, falleció en 1509, no sabemos dónde, pero sí, que fue enterrada también en el monasterio franciscano de Villaverde (Salazar y Castro IV: 420 ; 435).

Leonor de Acuña y su nuera, Isabel Fajardo, dejaron en sus últimas voluntades gran cantidad de bienes repartidos entre la iglesias, hospitales y criados y vecinos de las cinco villas del señorío, además de dar libertad a sus esclavos: en el caso de Leonor de Acuña, 19, hombres, mujeres y niños (Montañés, 2022: 60-61).

 

 

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Las dos calderas, símbolos que aparecen en el escudo de los Condes de Paredes, impreso en la obra de Salzar y Castro.

 

 

Pero, sin duda, el personaje de esta familia que más vinculación tuvo con estas localidades del señorío, en concreto con Villapalacios, fue Rodrigo Manrique, III Conde de Paredes, ya que, en diciembre de 1526, tras hacer donación y cesión de la villa de Paredes de Nava, capital del condado familiar en Palencia, a Pedro Manrique, su primogénito, se instaló a vivir, «haciendo su habitación continua en Villapalacios», los últimos 10 años de su vida. Hasta el día de Reyes de 1536, que falleció y fue enterrado, también en el monasterio de Villaverde donde estaban sepultadas, como hemos visto, su madre y su primera mujer.

En su renuncia a la villa de Paredes de Nava asegura que lo hacía porque «como yo en la dicha villa no puedo residir, aviendo mi edad, e indisposición, e mi enfermedad, e pasiones que tengo». El genealogista Luis Salazar y Castro, que realiza una completa revisión biográfica de toda la familia de los Manrique de Lara apunta:

[...] llegó el fallecimiento de la condesa Doña Isabel Fajardo su mujer, y él se inclinó apassionadissimamente a doña Ana de Jaén, que después se llamó Manrique, natural e Villa-Palacios, que era criada de su casa, y doncella de limpio, y noble linaje, como se justificó en las pruebas de su hijos, y en las que a ella se hicieron para recibir el abito de Santiago, de que Carlos V la hizo merced luego que se casó con el Conde D. Rodrigo. (Salazar y Castro, IV, 429; III, 363).


Y es que, entre los 17 años que transcurren entre 1509, año en el que fallece Isabel Fajardo, con la que tuvo nueve hijos, y su retiro a Villapalacios, en 1526, pasaron muchas cosas. Entre ellas que Rodrigo Manrique había formado una nueva familia, con una de sus criadas de esta localidad, Ana de Jaén, con la que casó y con la que tuvo seis hijos más, entre ellos: Bernardino Manrique, capellán mayor de Carlos V en la capilla real de Granada y deán de aquella santa iglesia, al parecer nacido antes del matrimonio y legitimado por Rodrigo; Rafael Manrique, conde del Burgo-Laveçar, señor de Villaverde y gobernador de Cremona y Juana Manrique, nacida en 1519 que se casó en 1552 con el capitán Jerónimo de Aliaga que había regresado del Perú, después de vivir en aquellas tierras más de 30 años.

Rodrigo Manrique tuvo, de sus dos matrimonios, un total de 15 hijos (algunos fallecidos prematuramente, como tres hijos que tuvo con Ana Manrique: Julian Manrique y Bernardino Manrique y Juan Manrique). Pero no fueron los únicos que tuvo este prolífico conde, ya que, según Salazar y Castro, fueron más de 32 los vástagos, por lo que tuvo más de 15 hijos ilegítimos. Entre ellos Luis Manrique, cura en Riópar y Villapalacios y capellán y limosnero mayor de Felipe II y Gerónimo Manrique, caballero de la orden de Calatrava y capitán de Felipe II, que el conde tuvo con Leonor de Escobar, «mujer de limpio linaje, natural de Villapalacios».

¿Pero, y si esta vinculación de Rodrigo Manrique con Villapalacios tiene que ver con que hubiera nacido en esta localidad y no en Paredes de Nava, como siempre se ha considerado, sin que nadie haya aportado documento alguno que lo acredite? (Salazar y Castro, III: 356 a 366 ; León, 1968: 54).

Eso es, al menos, lo que aseguraron vecinos de Villapalacios, contemporáneos del conde, en concreto en 1565, que explicaron, sin dudarlo, que Rodrigo Manrique era natural de Villapalacios.

Lo dijeron en un expediente para poder ingresar en la orden de Santiago iniciado en 27 de agosto de 1565 por Francisco Manrique, nieto de Rodrigo Manrique. Como en todos los aspirantes, se trataba de saber si Francisco reunía los requisitos para poder ser nombrado caballero de esta prestigiosa orden; un asunto que trataremos ampliamente en otra publicación. En el expediente aparecen relacionados una serie de testigos, vecinos de Villapalacios, que declararon, bajo juramente de decir la verdad de lo que «supiere y ubiere oído decir conforme al interrogatorio y preguntas que para ellos le hiciéramos» aportando gran cantidad de información desconocida. 

 

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Vista aérea de Villapalacios, realizada durante un vuelo en avioneta por Alberto Jiménez. / FOTO DE ALBERTO JIMÉNEZ.

 

A todos estos testigos se le sometió a un interrogatorio de nueve preguntas, la mayoría de ámbito personal sobre Francisco Manrique: si lo conocían y desde cuándo, qué edad tenía; quién eran sus padres y abuelos, paternos y maternos; si unía al testigo algún tipo de parentesco con Francisco o sus familiares; a qué grupo o estamento social pertenecían todos ellos, si al de los pecheros o el de los hidalgos o nobles y si algún miembro de esta familia había sido condenado o sentenciado por el Santo Oficio, entre otras cuestiones.

Y muchos coinciden en afirmar que Rodrigo Manrique, abuelo de Francisco Manrique, había nacido; era «natural», de Villapalacios.

Parecería que la lejanía en el tiempo; recordemos que Rodrigo Manrique había fallecido en 1536, o sea, 29 años antes del interrogatorio podría llevar a confundirlos a todos ellos. También, el hecho de que vivió en Villapalacios los últimos 10 años de su vida. Pero esos mismos vecinos, todos longevos para la época, ya que rondan o superan los 60 años y, por lo tanto, adultos cuando el conde falleció, coinciden en asegurar este punto mientras que tienen muy claro que su primera mujer, Isabel Fajardo Chacón, fallecida en 1509; más de medio siglo antes del interrogatorio, recordada por todos ellos como «haber sido una señora muy principal y de gran fama en esta villa», pero que no había nacido en Villapalacios, sino que era «natural de los Vélez», en la comarca del mismo nombre de las provincias de Almería y Murcia, y que era hermana del marqués de los Vélez. Eso declararon la mayoría de testigos, mientras otros, más jóvenes, dijeron no recordar o, directamente, no saber, dónde había nacido; pero, en todo caso, ninguno dijo, pese al grato recuerdo que todavía había de ella en Villapalcios, que hubiera nacido en Villapalacios.

Pero es que el propio Francisco Manrique, nieto de Rodrigo Manrique, en la petición que se hace a Felipe II para poder obtener el título de caballero, asegura que todos sus familiares directos, por línea directa de padre y de madre, excepto su abuela, Isabel Fajardo, habían nacido en Villapalacios. Lo podemos leer en las primeras páginas del expediente:

 

Muy poderoso señor

Don Francisco Manrique primer caballerizo de vuestra merced a quien vuestra merced a sido ofrecido de hacer merced del abito de Santiago dize que es hijo legítimo de don rrodrigo Manrique de Lara, trece de la horden de Santiago y comendador que fue de Yeste y Villarrubia y de su mujer doña Catalina López de Zúñiga, todos nacidos y criados en la Villa de Villapalacios, que es del Conde de Paredes junto a la ciudad de Alcaraz donde están enterrados y que sus abuelos de parte de padre se llaman don rrodrigo Manrique de lara, tercero conde de paredes, trece de la orden y comendador mayor de castilla y de la solana y natural de la dicha villa de villapalacios y su mujer la condesa doña Isabel Faxardo natural de los Velez y que sus abuelos de parte de madre se llaman Juan Lopez de Zuñiga y su mujer Catalina Lopez de Zuñiga naturales ambos de la dicha villa de villapalacios que vivieron y moraron en ella donde están enterrados.

 

El expediente no está completo, pero sabemos que Felipe II le concedió a Francisco Manrique el título de caballero de la orden de Santiago estando el rey en el Palacio de Valsaín de Segovia el 23 de octubre de 1575, viajando luego a Perú con los altos cargos de factor y veedor general de la hacienda real, proveedor y pagador general de las armadas del Mar del Sur. Falleció en la Ciudad de los Reyes (Lima) el 12 de agosto de 1593 y fue enterrado en el monasterio de San Francisco de esta ciudad (Montañés, 2022: 70).

Antes de viajar al Perú, en Villapalacios le dedicó a su padre Rodrigo Manrique y a su madre, Catalina Lopez, una lápida que se conserva en el interior de la iglesia de San Sebastián y que se conoce en Villapalacios como la lápida de los «Condes de Paredes» (Montañés, 1997) en la que recuerda quienes son sus antepasados y enumera sus cargos.  

 

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Escudos de Pedro Manrique y Rodrigo Manrique, II y III Condes de Paredes (izquierda), y de
Leonor de Acuña , mujer de Pedro y madre de Rodrigo, según el genealogista Salazar y Castro.

 

 

Algunos datos que apoyarían la hipótesis de que Rodrigo Manrique hubiera nacido en Villapalacios:

Es en ese año, se ha visto al principio, cuando se produce la formación definitiva del señorío en el que Leonor de Acuña tuvo un papel muy activo acompañando casi siempre a su marido Pedro Manrique. Sabemos que cuando se compró la villa de Bienservida, la pareja estaba en esta localidad. Nos lo dice Salazar y Castro:

Los oficiales del concejo de Bienservida, y los moradores della, reconocieron por sus señores a D. Pedro Manrique y a Doña Leonor de Acuña su mujer, que presente esta y la besaron la mano, como a tal, recibiendo della las varas de justicia. (Salazar y Castro, III, 339).

Dos años más tarde, en 1470, los dos también compraron Villapalacios «porque confinava con Bienservida, le era de mucha comodidad». A Leonor de Acuña se le reconoce un gran papel muy activo en la donación de Cotillas y Riópar que los Reyes Católicos que acabaron de dar forma al señorío de las Cinco Villas de la Sierra de Alcaraz en ese año de 1477, como también en la conformación de este mayorazgo años después de la muerte de su esposo.

Y una fecha más. El 20 de abril de 1485, Leonor de Acuña y su hijo Rodrigo Manrique, con apenas ocho años, según la dedución anterior, estaban en Villapalacios. Ese día ella firma, en nombre y como tutora de su hijo, un libramiento de 600.000 maravedís para ajustar la dote que el maestre don Rodrigo, I Conde de Paredes, su suegro y abuelo del pequeño, hizo a su tercera y última mujer, Elvira de Castañeda; una cantidad que se comprometía a pagar en seis años, a razón de 100.000 maravedís por año, a partir de las rentas de las alcabalas de las villas de Membrilla y la encomienda de Alhambra. Lo sabemos por la escritura firmada en Villapalacios en esa fecha (Salazar y Castro, IV: 420).   

 

 

 

r BIBLIOGRAFÍA:

EXPEDIENTES PRUEBAS DE CABALLEROS DE LA ORDEN DE SANTIADO. Prueba de Francisco Antonio Manrique y López, de Villapalacios, 1565. Caja 916. Expediente 4837. Consulta en Family Search.

LEÓN, Tomás Teresa (1968). Paredes de Nava, villa señorial. Su historia y tesoro artístico. Institución Tello Téllez de Meneses. Palencia.

LOSA SERRANO, Pedro (1988). El Señorío de las Cinco Villas de la Sierra de Alcaraz. Siglos XV-XIX.

MONTAÑÉS, José Ángel (1997). «Lectura y estudio de la ‘Lápida de los Condes de Paredes’ del cementerio de Villapalacios», Revista Al-Basit, 41, Instituto de Estudios Albacetenses, págs. 51-76.

- (2022). Entre espadas y crucifijos. Cuatro personajes de la historia de la España del siglo XVI vinculados con Villapalacios (Albacete). Barcelona.

SALAZAR Y CASTRO, Luis (1694 -1697). Historia Genealógica de la Casa de Lara, justificada con pruebas. IV volúmenes. Volumen II (Volumen III (1697) y Volumen IV (1694).      

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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