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Historia de Villapalacios. Temas.
De lugar de Cenilla a la villa de Villa Palacios
El primer nombre, de origen andalusí, se asocia con la existencia de una obra hidráulica para riego, una saniya. El segundo, con un palatium, una torre romana para controlar las explotaciones agrícolas durante el Imperio que pervivió hasta los almohades.
Por José Ángel Montañés Bermúdez. Publicado el 2 de marzo de 2025
Cerro Vico, a la derecha de imagen, desde la Glorieta de Villapalacios. Desde esta montaña se trasladaron en el siglo XV los primeros habitantes al emplazamiento actual, donde había una torre. / FOTO JOSÉ ÁNGEL MONTAÑÉS.
En una de las primeras preguntas de las Relaciones Topográficas de 1578, un documento excepcional para conocer el pasado de muchos de los pueblos de Castilla, entre ellos el de Villapalacios (Albacete), los vecinos de esta localidad respondieron a los emisarios enviados por Felipe II, que este lugar se llamaba «Cenillas» y luego Villapalacios «porque es de la casa del conde de Paredes y tuvo aquí su casa hasta que murió y por cuyo palacio tomo nombre de Villapalacios» (1)
Esta idea se ha mantenido a lo largo de los siglos, ya que para los de Villapalacios de antes y para los de ahora, la localidad se llama así porque los Condes de Paredes, dueños del señorío de las Cinco Villas de la Sierra de Alcaraz -Villapalacios, Bienservida, Riópar, Villaverde y Cotillas, entre los siglos XV y XVIII-, tenían aquí sus casas principales, su palacio.
Pero la verdad es que son pocas las veces que esta familia se refieren a los lugares donde vivían o pasaban temporadas en sus posesiones del sur, tanto en Villapalacios, Bienservida o Villaverde, con ese término:
Leonor de Acuña, esposa de Pedro Manrique y II condesa de Paredes, al morir en 1501, pese a que de forma mayoritaria usa el concepto «casa», cuando ordena en su testamento que se repartan sus bienes, se refiere, en dos ocasiones, a ellas como «las casas de Palacio» y menciona, también «la puerta de palacio», dando a entender la existencia de este tipo de construcción:
Otrosi, la casa que se ovo de Diego Lopez Portero, e de Julian, que están juntas, que han por linderos: de la una parte, las casas de Palacio, e de la ora la calle, e Egido […] Otro si, otras dos casas, que son enfrente de la puerta de Palacio, que an por linderos, de la una parte la mujer de Fernan Martinez de Riopal, e de otra parte, la de Rodrigo Hihalgo, e de la otra parte la calle. (2)
Pero Leonor de Acuña es de las pocas personas de la familia de los Manrique que las nombra así. No lo hace su hijo Rodrigo Manrique, que vivió largas temporadas en Villapalacios desde que murió su primera esposa, Isabel Fajardo en 1509 y, sobre todo, los últimos diez años de su vida, desde que renunció al título en su primogénito Pedro Manrique, en diciembre de 1526, hasta que murió en enero de 1536. (3)
En toda la documentación consultada sobre este III conde de Paredes, siempre se refiere a su vivienda como «casa». En su testamento dejó escrito:
Mando mi casa, la que està cabo la iglesia, que à por linderos la casa de Hernan Gomez, en que vive el Mayordomo, para la Iglesia de Villa-Palacios, para que se haga la Capilla de la dicha Iglesia.
Aunque podría estar refiriéndose, no a su casa principal, que se supone que tendría que seguir usando o pasaba a ser propiedad de su hijo y sucesor, Pedro Manrique, IV conde de Paredes, sino a cualquiera de sus otras casas en esta localidad.
Juana Manrique, una de la hijas del III conde y su marido, el conquistador Jerónimo de Aliaga, que se casaron en 1552 en Villapalacios y se instalaron a vivir en esta localidad hasta su fallecimiento, él en 1569 y ella en 1590, mencionan, en varias ocasiones, que viven en la «casas de palacio» propiedad del conde de Paredes:
Estando dentro de las casas de palacio donde resside la illustre señora doña Juana Manrique biuda muger que fue del illustre señor geronimo de aliaga (4)
Aunque en otros documentos, relativos a ellos, solo hablan de «casas»:
En esta villa estando en las casas del muy Illustre señor el conde de paredes (5)
También en el testamento que realiza en Villapalacios el capitán Aliaga en abril de 1569, pocos días antes de fallecer, habla de «casas»:
En esta dicha villa de villa palacios dentro de las casas donde vivo, que son del muy ilustre señor del conde de paredes a diez y siete días del mes de abril año de mil e quinientos e sesenta e nueve años. (6)
CALLE DE PALACIOS Y VECINOS CON APELLIDO PALACIOS.
En los documentos más antiguos de Villapalacios, y hasta que el 30 de abril de 1950 cuando el Ayuntamiento de Villapalacios acordó cambiar el nombre de 19 calles y plazas de esta localidad, se denomina «calle de Palacios» a una de las vías más importantes de la población; la que conecta la Plaza Mayor con la placeta de San Cristóbal, que, pasó a llamarse, desde entonces «calle de los Condes de Paredes». (7)
En el siglo XVI esta calle iba desde la Plaza Mayor, donde estaba y está la iglesia de San Sebastián y la sede del concejo, hoy Ayuntamiento, hasta la puerta de la fortaleza-castillo dedicado a San Miguel; una construcción que estuvo en uso hasta finales del siglo XVIII, como se explica en otro lugar de esta web.
Existen vecinos que en los primeros años de vida de Villapalacios llevaron la denominación «Palacio» o «Palacios» como apellido. Entre ellos Juan de Palacios, vecino en 1483 condenado en un pleito que le puso la ciudad de Alcaraz por realizar talas en la «Vega Ortum» (Fuente Ortún) y en la Hoya de Vico; un apellido perdido en la actualidad, pero corriente en otras localidades como Reolid y Alcaraz. (8)
Desde el siglo XVI hasta 1950, que el Ayuntamiento cambió el nombre a 19 calles y plazas de la localidad, la actual calle Condes de Paredes se llamaba calle de Palacios. En la foto, esta calle fotografiada en los años 60 del siglo XX por Jaime Belda. / FOTO JAIME BELDA.
PRESENCIA DE UNA SANIYA ANDALUSÍ O UN PALATIUM ROMANO.
Para conocer el Villapalacios en el siglo XVI son indispensables los trabajos de investigación realizados por Aurelio Pretel Marín (9) y los de Pedro Losa Serrano (10), desde hace décadas. Pretel, uno de los más antiguos historiadores de Albacete y de muchos de los pueblos de su provincia y, sin duda, el más prolífico que ha dado estas tierras de la Sierra de Alcaraz, explica en uno de sus artículos que la denominación de Villapalacios no está clara y plantea varias posibilidades: en cuanto al nombre de Cenilla asegura que podría tener relación con el lugar conocido por La Matasancho, una zona con restos romanos localizados en superficie, cerca del actual Villapalacios (11); denominación que pudiera ser una deformación de una Mata-Saniya primitiva de época andalusí. Para él, si Cenilla procede se sinia o saniya; una obra hidráulica para riego, no cree que tenga que ver con la «necesidad de túneles para captar el agua, dado que la comarca tiene varios riachuelos, pero sí que pudiera haber acequias subterráneas llamadas saniya o saquiya».
Para el historiador albacetense, es muy posible que esté relacionado con la existencia de una noria de sangre, incluso hidráulica, situada junto al río, o bien algún molino, con un pequeño cauce que derivara el agua hasta el cubo, que pudiera tomar su nombre de la rueda, como suele ocurrir en otros casos.
El río de la Mesta que va por Mata Sancho y junto a la Hoyacina, cerca de San Cristobal, mueve un par de molinos a su paso y pasa junto al sitio en que estuvo el castillo, que bien pudo tener un artefacto para surtirse de agua. (12)
El nombre de Villapalacios, según aparece escrito en un documento del siglo XVI.
En Villapalacios se explica que, en la zona del mirador de La Glorieta, donde estaba el castillo-fortaleza de San Miguel, había una cueva por la que se podía transitar y llegar por el subsuelo al interior de la iglesia, junto al pozo situado a los pies del templo donde se enterraba a las personas sin recursos que no podían pagarse una tumba. Pero, una vez dentro de este túnel, a los pocos metros, existía un segundo que descendía por el interior de la montaña hasta el río Mesta que pasa a sus pies para obtener agua. La entrada a esta cueva, a la que se podía acceder casi de pie, desapareció al urbanizar la zona y construir un parque infantil a comienzos de los años ochenta del siglo pasado.
Pretel asegura también que el nombre de Palacios podría hacer mención a un balat, en alusión a una antigua calzada empedrada jalonada de torres o un palatium de época romana, entendiendo por tal un edificio que pudiera ser residencia y punto de control de las explotaciones agrícolas durante el bajo Imperio romano que pervivió tras la llegada de los almohades.
Las respuestas dadas a las preguntas de las Relaciones Topográficas de 1578 no siempre han sido lo suficientemente valoradas; pero son fiables en cuanto que proporcionan información cercana en el tiempo a lo que se les pregunta. En el caso de Villapalacios si se lee con detenimiento la respuesta a la pregunta III, los vecinos aseguran:
En dode dixen Vico media legua desta villa, estava vn pueblo y por la falta del agua lo desaron y en el sitio que esta esta villa estava vna torre atalaya que descubre mucha tierra haxia el Reyno de Granada. (13)
Cerro Vico, una montaña de 1.217 metros de altura y el actual Villapalacios, situado a 836 metros del nivel del mar, en un lugar con abundante agua, se encuentran a unos dos kilómetros. Y fue la falta de agua del primer sitio los que los llevó a su traslado al segundo. Los entrevistados, siempre parcos en respuestas, diferencian el «pueblo» de Cerro Vico y la «villa» actual. Por lo tanto, la torre estaba en el nuevo asentamiento: «en el sitio que esta esta villa estava una torre atalaya»; que podría ser el palatium romano que apuntaba Pretel que controlaba el territorio circundante.
Pretel plantea que los dos núcleos, el árabe Cenilla y el romano Palacios, más antiguo, pudieron convivir en el mismo solar; pero no descarta que el nombre Cenilla se corresponda con la denominación de la localidad en Cerro Vico antes del traslado.
Desde el mencionado mirador de La Glorieta se controla, no solo el paso natural que une el Mediterráneo con Andalucía, por donde ahora transcurre la N-322, y donde siempre tuvo que haber un camino de paso. También se divisan Cerro Vico, origen de la población; la vega llena de huertas junto al río Mesta y la ermita de San Cristobal, donde muy cerca se han localizado restos romanos de una villa que explotó los recursos naturales de la zona; no solo de cereales, como muestran la cantidad de grandes recipitientes tipo dolia, sino también de olivos, como evidencia el haber identificado un molino localizado en este lugar destinado a obtener aceite y que se ha convertido, por ahora, en el único testimonio de la industria aceitera de la provincia en este periodo. La villa romana y la torre están en perfecta visión una de otra y seguro que están relacionadas en el tiempo para controlar toda la zona.
Otra inscripción con el nombre de Villapalacios, escrito separado, Villa Palacios y que remarca que la localidad es una villa. FOTO J. Á. M.
DONACIÓN DE LOS LUGARES, VENTA Y RECUPERACION COMO VILLAS.
El 20 de diciembre de 1436 Juan II de Castilla entregó a Rodrigo Manrique, I conde de Paredes, comendador de Segura y capitán mayor de la frontera, unas cuantas aldeas pertenecientes hasta ese momento al alfoz de la potente ciudad de Alcaraz, por haber ganado, tras una sangrienta batalla, la villa de Huéscar en el reino de Granada.
Los lugares eran Cenilla (en singular), Matilla, El Pozo, Robledillo y Balazot, asimilados, respectivamente, con Villapalacios, Bienservida, Villaverde, Villarobledo y Balazote; junto con 300 vasallos y 20.000 maravedís «por juro de heredad para siempre jamás» (14). Una donación que se hace por el alto valor estratégico de estas localidades y por el interés de los Manrique por hacerse con parte del poder de Alcaraz y así seguir aspirando a hacerse con la ciudad. El rey confirmó la donación en otro privilegio del 6 de abril de 1437 en Roa, Burgos. (15) Con la entrega de estos lugares dio comienzo la formación de un señorío en estas tierras del sur de los Manrique de Lara, lejos de Paredes de Nava (Palencia), donde esta familia castellana tendría la sede de un condado desde 1452. (16)
Pero dos décadas después de recibir estos lugares, Rodrigo Manrique tiene que desprenderse de ellos por problemas económicos, tras obtener el Maestrazgo de Santiago, los conflictos con uno de sus enemigos, Álvaro de Luna, y las continuas campañas que le ocasionaron más gastos que beneficios y le llevaron a la ruina (su mujer le prestó grandes cantidades de dinero y en su testamento reconoce que no tiene recursos ni para el entierro), por lo que pide a los Reyes Católicos un préstamo de 300.000 maravedís para hacer frente a las obligaciones contraídas. (17)
El 4 de agosto de 1454 Rodrigo Manrique vende Robledillo a Juan Pacheco, marqués de Villena. En 1461 a Alvaro de Madrid, alcaide de su fortaleza de Segura de la Sierra, le vende Villapalacios, al parecer, como recompensa por la ayuda prestada por este en empresas, como en la toma de Huéscar (18). El mismo año vende el lugar de Balazote a Gonzalo Tapia y el 8 de octubre de 1467 da un poder a su criado y caballero, Alfonso Torres, para vender en su nombre Bienservida.
Su hijo y heredero, Pedro Manrique, Comendador de Segura de la Sierra y II Conde de Paredes, gozando de una mejor posición económica (era comendador de Segura y recibió una gran herencia de sus abuelos) pudo recuperar, comprando de nuevo, los lugares que su padre vendió: Bienservida, el 3 de abril de 1468, a Alfonso Torres (el mismo al que se la había vendido su padre), por 600.000 maravedís. Y dos años después, el 31 de agosto de 1470 compró, ya como villa, Villapalacios: «Su casa fuerte, vasallos, pechos, derechos, términos, montes y prados con la jurisdicción alta y baja y mero, mixto imperio de ella, por 500.000 maravedís». La compró, según una escritura firmada el 31 de agosto en Úbeda, a los hijos y herederos del comendador Álvaro de Madrid (fallecido esos años): Lope, Garcia, Rodrigo y Diego de Ponte y a Alfonso de Córdoba, albacea de otro hermano, Sancho de Madrid, en nombre de su hijo Álvaro de Madrid. Según Salazar y Castro este nieto del comendador reclamó en 1503 la parte que le correspondía de la compra al III conde. Llegaron a un acuerdo y este le dio un potro y 50.000 maravedís con el compromiso de que no volvería a reclamar nunca.
El cerro de San Cristóbal de Villapalacios, presidido por la ermita dedicada a este santo. / FOTO J. Á. MONTAÑÉS
Sería Pedro Manrique, II Conde de Paredes, según los vecinos que contestaron a las Relaciones en 1578 el que, junto a esta torre, hixo otra çerca y torre fortalexa alrrededor con quatro torres y vna omenage en medio. Eso sería después de comprarla a los hijos de Álvaro de Madrid, en 1470.
El traslado de Cerro Vico a la nueva ubicación, según informaron los vecinos en 1578, se había producido hacia «doxientos años poco mas o menos»; por lo que tuvo que ser en la segunda mitad del siglo XIV. También dijeron que «del presente es villa abra cien años y fue aldea». No conocemos con exactitud cuando se produjo el cambio de nombre de Cenilla a Villapalacios, pero tuvo que ser en la segunda mitad del siglo XV, coincidiendo con lo que dijeron los vecinos en sus respuestas.
La falta de datos no permite precisar más. No se ha localizado, todavía, el título de villazgo que se tuvo que conceder para que estos lugares fueran denominados villas. Pero tuvo que ser entre 1436, año en el que Cenilla fue entregado al I conde de Paredes por Juan II y 1470, cuando su hijo, el II conde de Paredes, la compró, ya como villa, la villa de Villa Palacios
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
(1). Relaciones Topográficas de Felipe II de 1578. Villapalacios, 24 de octubre de 1578, pregunta VI. Relaciones topográficas de los pueblos de España, hechas de orden de Felipe II, vol. III, f. 626-629. Real Monasterio de El Escorial, Madrid : CARRILERO MARTÍNEZ, Ramón : GARCÍA MORATALLA, Pedro Joaquín ; CIFO GONZÁLEZ, Manuel : VALDELVIRA GONZÁLEZ, Gregorio (2014). Pueblos de la provincia de Albacete en las Relaciones Topográficas de Felipe II. IEA, Albacete, pp. 212-220.
(2). SALAZAR Y CASTRO, Luis (1694). Historia genealógica de la Casa de Lara: justificada con instrumentos y escritores de inviolable fe, IV, pp. 420-424. Testamento de Leonor de Acuña, II Condesa de Paredes, Villapalacios, 1 de octubre de 1501.
(3). La cesión fue el día 5 y su hijo tomó posesión el 13 de diciembre de 1526. Testamento de Rodrigo Manrique de Lara, III Conde de Paredes, Villapalacios, 1 de enero de 1536, Luis Salazar y Castro 1696, IV, pp. 432-435.
(4). Archivo General de Simancas. Escritura de juro a favor de Doña Juana Manrique, C Mercedes, 354, 24.
(5). Ibidem
(6). Ibidem
(7). MONTAÑÉS BERMUDEZ, José Ángel (2022). Cambio de nombre de las calles de Villapalacios tras la Guerra Civil, en la web Historia de Villapalacios [consulta el 1 de junio de 2022].
(8). GARCÍA DÍAZ, Isabel (1987). Agricultura, ganadería y bosque: la explotación económica de la tierra de Alcaraz (1475-1530), IEA, Albacete, p. 102.
(9). PRETEL MARÍN, Aurelio (1978). Una ciudad castellana en los siglos XIV y XV, IEA, Albacete, 1978 ; (1979). La integración de un municipio medieval en el estado autoritario de los Reyes Católicos (La ciudad de Alcaraz. 1475-1525), IEA, Albacete : (1999). Alcaraz en el siglo de Andrés de Vandelvira, el bachiller Sabuco y el preceptor Abril: cultura, sociedad, arquitectura y otras bellas artes en el Renacimiento, IEA, Albacete.
(10). LOSA SERRANO, Pedro (1988). El señorío de las Cinco Villas de la Sierra de Alcaraz, siglos XV-XIX (Villapalacios, Villaverde, Bienservida, Riópar y Cotillas). Imprenta J. Gómez Avendaño, Albacete : LOSA SERRANO, Pedro / LÓPEZ CAMPILLO, Rosa María / CÓZAR GUTIÉRREZ, Ramón (2914). De comendadores a maestres de la Orden de Santiago. El señorío manriqueño de la Sierra de Alcaraz. Sílex, Madrid.
(11). PRETEL MARIN, Aurelio (2004). Despoblados y pueblas medievales en las sierras de Riópar, El Pozo y Alcaraz, Homenaje a Miguel Llopis, IEA, Albacete, pp. 233-282.
(12). MONTANO ALGABA, Petra (2002). Nuevos asentamientos romanos en Villapalacios, Matasancho y ‘Prao’ Alcaraz, II Congreso de Historia de Albacete, Albacete, 2000. v. I, pp. 219-224.
(13). Relaciones Topográficas de Felipe II de 1578. Villapalacios, 24 de octubre de 1578, pregunta III.
(14). ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE ALBACETE. Carta de privilegio en la que Juan II dona a Rodrigo Manrique los lugares de Cenilla, Matilla, el Pozo, Robledillo y Balazot, 20 de diciembre de 1436. Prot., leg. 970.
(15). ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE ALBACETE. Carta de Privilegio de confirmación de la donación realizada por Juan II a Rodrigo Manrique de los lugares de Cenilla, Matilla, Robledillo e Balazot. Roa, 6 de abril de 1437. Prot., leg. 970.
(16). Para conocer el linaje de los Manrique y el papel, desde la Edad Media, de los Lara, son indispensables, aparte de la gran obra de Luis Salazar y Castro, ya comentada, los trabajos de Rosa Maria Montero Tejada, Nobleza y sociedad en Castilla. El linaje de los Manrique (siglos XIV – XVI), Caja de Madrid, Madrid, 1986 y el de Simon R. Doubleday, Los Lara. Nobleza y monarquía en la España medieval, Turner, Madrid, 2004.
(17). SALAZAR Y CASTRO, Luis (1694). IV, pp. 432-435 : LOSA SERRANO, Pedro (2014). p. 36 y 37.
(18). SALAZA Y CASTRO, Luis (1694). IV, pp. 432-435.