Historia de Villapalacios. Documentos.
'Razón de las sepulturas que ay en la yglesia de villa Palacios', mitad del siglo XVI
Un documento con la relación de propietarios de las sepulturas, dispuestas desde el altar hasta debajo del coro, da a conocer una práctica realizada hasta finales del siglo XVIII. En la parte baja del edificio había tres grandes tumbas más para enterrar a los pobres sin recursos.
Por José Ángel Montañés, publicado el 22 de marzo de 2008. Revisado y ampliado el 27 de octubre de 2025.
Publicado en MONTAÑÉS BERMÚDEZ, José Ángel (1997). Lectura y estudio de la 'lápida de los Condes
de Paredes' del cementerio de Villapalacios, Albacete. Al-Basit, 41, pp. 51-76. Instituto de Estudios Albacetenses.

Comienzo del documento en el que se relacionan las tumbas en el interior del templo, a mitad del siglo XVI.
En las últimas páginas del primer tomo de las Actas de Bautismo de la iglesia de San Sebastián de Villapalacios (1548-1568) se conserva un documento de seis páginas excepcional, por su contenido y por la calidad de su escritura. En él se detallan el número de las sepulturas que había en el interior del templo, el nombre del propietario y el precio de cada una de las sepulturas según el lugar que ocupan con relación al altar, el sitio más sagrado del edificio. No está fechado y si bien está escrito con una hermosa letra que debería remontarnos al siglo XVIII, lo podemos datar en la segunda mitad del siglo XVI pues fue realizado por Luis Manrique de Lara, durante su etapa como cura de la localidad, entre 1549 y 1558.
El documento revela una práctica habitual en las iglesias en ese momento, hasta que se prohibió hacerlo y nacieron, primero, los camposantos alrededor de los templos, y luego, a mitad del siglo XIX, de cementerios fuera de las poblaciones con el fin de evitar la propagación de enfermedades. En Villapalacios, en conceto, el cementerio actual se construyó en 1862 «en un sitio opuesto a los vientos dominantes».

Firma de Luis Manrique, autor del documento.
TRANSCRIPCIÓN:
Razon de las sepolturas que ay en la yglesia de Villa Palacios
Actas de Bautismo de la Iglesia de San Sebastián de Villapalacios, vol. I (1548-1568), sin paginar. Archivo Diocesano de Albacete, Albacete.
TRANSCRIPCIÓN
Razon de las sepolturas que ay en la yglesia de villa Palacios
Libro de bautismos de la Iglesia de San Sebastián de Villapalacios I (1548-1568), sin paginar.
* El subrayado es original y contemporáneo a la inscripción.
* Las abreviaturas aparecen en cursiva.
* El texto perdido se transcribe entre paréntesis.--------------------------
En toda la dicha yglesia ay diez y ocho ordenes de sepolturas de a cada quinze sepolturas, por la orden siguiente
(I). En la primera orden que es la que va junto a las gradas de los altares. La octaua sepoltura es del señor Don Rodrigo Manrrique hijo del conde de Paredes Don Rodrigo Manrrique segundo deeste nonbre. La XIII sepoltura es de christoual Lopez y de Mari Garcia su muger. La ultima es de Joan de quebedo clerigo.
(II). En la segunda orden. La tercera sepoltura es del Doctor solanes.
(III). La tercera toda vaca.
(IV). La quarta vaca.
(V). En la quinta. La primera es de Hernando del val. La segunda de Miguel Rodriguez. La tercera de Joan Rodriguez. La quarta de pedro Lopez Vallestero. La quinta de Sancho de Orstiaga. La sexta de Rodrigo Sauquillo. Septima. octaua. y nona vacam. La X. de Anton de escobar. XI. de Hernan Gomez. La XII de Alonso hernandez. La XIII. de Sancho de Angulo. La XIIII. del Bachiller Joan Lopez cura que fue desta yglesia. La ultima de Garci Lopez Garrido.
(VI). En la sexta orden. La primera es de Doña Maria Noguerol. La II. del capellan Gueuara. La tercera de Diego Montañes. La quarta de Mari Bernal. La quinta (...) Lopez Biuda de francisco Romero. La sexta de Mastre Joan. La VII. (...) Guerra. La octaua de francisca de Biueros. La nona. vaca. La X. (...). La XI. de Pedro de Auila. La XII. de Pedro de quesada. L(a) (...). (La XII)II. de pedro de cam(...). (La X)V de Do(...).
VII. En la septima orden. La primera es de Sebastian Lopez de Ubeda. (La segunda) de Leonor de quebedo. La tercera de Salazar. La quarta de Joanes (...). La quinta de Mari Diaz. La sexta de Mastre Diego. La septim(a) (...)*. La octaua de Joan de Bustos. La nona de Mari Serrana y de los (...) de caçorla. La X. vaca. La XI. de Alonso hernandez. La (XII). de Joan del horno. La XIII. de casa sola. La XIIII. vaca. L(a) (ul)tima de Honcala. (hay una nota posterior, comprobar).
VIII. En la octaua orden. La primera es de Aparicio martinez y de sus hermanos. L(a) (se)gunda de pedro Lopez del hinojo. La tercera. vaca. La quarta de chr(isto)ual sanchez. La quinta de Joan de Assensio y de gonçalo yuañez. La sexta de pedro Lopez Vallestero y de Aparicio Martinez. La se(ptima) vaca. La octaua de los hijos y muger de Bartolome Loçano. La (no)uena de la muger que fue de Miguel de cordoua. y de francisco de y(...). La X de hernan Lopez Recuero y de sus hermanos. L(a) (XI) vaca. La XII de pedro gonçales y de otros igualmente. L(a) (XIII) de los hijos de gonçalo de Milla y de la muger de pedro de Aranda. L(a) XIIII de Gines garcia y de Garci hernandez. La ultima v(aca).
IX. En la nona orden. La primera es de Martin Lopez del Aojado (...). La segunda de Leonor de ocaña. La tercera. de Rodrig(o) (...) y de sus hermanos. La quarta de pedro sanchez cathena. L(a) (quinta) de Mari Gomez de Soto y de sus hermanos. La sexta vac(a). (La septi)ma vaca. La octaua. de su madre de pedro Molin(a). (La) nona vaca. La X. vaca. La undecima v(aca). (...). (La XII …) La XIII. de Diego Sanchez hernando. La X(IIII) (...).
(X). (En la dé)cima orden. La primera es de los hijos de Joan juanes. La segunda (de) Elena Coma (o Cosna). La tercera de Hernando de Jaen. La quarta de sebastian Perez y de sus hermanos. La quinta de los mesmos Sebastian y Joan y catalina Perez hermanos. La sexta de la muger de Sauquillo y de sus hermanos. Las septima vaca. La octaua vaca. La nona vaca. La decima vaca. La undecima de pedro de Escuriaça. La duodecima de ----------------------------------- La XIII. de Alonso Clemente. La XIIII. de los hijos de Martin Garcia Texedor. La ultima de catalina Lopez carpintera =.
(XI). En la undecima orden. La primera vaca. La segunda tercera y quarta vacas. La quinta de Costança de Jaen. La sexta de la de Joan Gomez medel. La septima de la de Martin Lopez Aojado. La octaua vaca. La nona de la de Hernan Martinez la vieja. La X. de Gomez martinez y de otros. La XI de Pero Sanchez Nieto. La duodecima de pedro Molina el viejo. La XIII. de Joan martinez sastre. La XIIII. de Bernardino Astero. La ultima vaca.
(XII). En la XII orden. La primera es de Miguel Gomez. La segunda de la de Joan Valero. La tercera de Mari delgada. La quarta de Joan (del) Pozo. La quinta de Joan del cepillo. Las sexta septima octava (nove)na y decima vacam. La XI de Pero Garcia de Xenabe. La duodecima de Pero Lopez Vallesteros. La XIII. vaca. La XIIII. ----------------------------------- La quinta decima de Joanes (Rodriguez) ortolano.
XIII. En la XIII. orden. La primera de Joan Lorencio. (La segunda) vaca. La tercera de los de Fajardo. La quarta de Hernando Moreno. La quinta de Joan de Vico el viejo. La sexta (de la) muger de Joan de Vico. La septima vaca. La octava pos(...) Leonor de Quebedo. La nona de Joan Gomez medel y (...) Martinez. La X de Hernan Gomez y de sus hermanos. (La) XI de Hernan Martinez del Prado. La XII. de Pero Rui(z). La XIII de Joan casado el viejo. La XIIII. de Joana G(ar)cia del valle. La ultima de Toromocho.
XIIII. En la XIIII. orden. Las primera segunda tercera qua(rta) quinta y sexta vacan. La VII. de la muger de peñar(ru)uia. La VIII. de francisco Muñoz. La nona de Miguel del hinojo. La decima y undecima vacam. La XI (de) christoual Barruelo. La XIII. de Joan de vico el viejo. L(a) (cuar)ta decima de la de Joan casado el viejo. La ultima vaca.
XV. En la XV. orden. La primera es de Alonso Lopez carpin(tero). La segunda de Joan del Pozo. La tercera de Alons(o) y de Leonor Muñoz. La quarta de la muger de (...) Pedro. La V. de Bartolome. Sanchez de Assensio. L(a) (VI y) VII. vacam. La octava de los hijos de gonçalo martinez. (...). La nona de Andres de Molina. La X de Mo(...) francisco de Molina. La XI. De joan Prado. La XII. de Marin. La XIII vaca. La XIIII. de christoual Lopez y de sus hermanos. La ultima de la de Pero Gonçalez.
(XVI). En la XVI. orden. la primera es de Hernan Garcia de vico. La segunda de los pobres de xossela la de Joan Rodriguez. La III. de la de Gil Maeso. La quarta de la de Joan Lopez herrero el viejo. La quinta vaca. La VI. de Joan de Milla hijo de Pedro de Milla. La septima. vaca. La VIII. de Christoual de Torres. La nona de los hijos de Alonso Lorencio. La X de los hijos de Joan Canpilla. La XI. de los hijos de Romero sastre. La XII. y XIII. vaca. La XIIII. de Gonçalo Sanchez y de los hijos de Joan Garcia del moral. La ultima de los hijos de Joan Garcia del Moral.
(XVII). En la XVII. orden. La primera es de Martin Garcia texedor. La segunda (de) Joan Martinez sastre. La III. de Joan moreno el molinero. La IIII de pedro Ru(...) escriuano. La quinta vaca. La VI de francisca de la Torre. La VII d(e) catalina Muñoz Biue en Alcaraz. La octaua vaca. La ultima y nona de los pobres.
(XVIII). En la XVIII. orden. La primera es de la cuaça. La segunda de un vi(z)cayno. La tercera de elvira Gonçalez. La quarta de los hijos de Joan Lopez carpintero. La quinta de los hijos de Joan de Vianos. La VI vaca. La septima de pedro Lorencio y de Joan Lorencio. La (oc)taua y nona de los pobres.
(...) suele dar de cada sepoltura a la fabrica es lo siguiente.
De cada una sepoltura de la orden primera diez ducados
De una sepoltura en la orden segunda y tercera ocho ducados
De una sepoltura en la quarta y quinta y sexta orden quatro
De una sepultura en la septima octaua y nona orden tres ducados
De una sepoltura en la decima y undecima orden dos ducados
De una sepultura en la duodecima XIII. y XIIII. orden du(cado y medio)
De una sepultura. en la XV. y XVI. orden. un ducado
De una en las dos ultimas. ocho reales.(en la primera orden la quarta sepultura es de) (tachado)
Primeras páginas del documento:
Gráfico de las tumbas, a partir del documento:
Si el listado de propietarios se traslada a un gráfico del interior de la iglesia y se van colocando las tumbas que tienen dueño y las que no, quedaría una imagen parecida a la que muestra el gráfico de abajo. Tras el estudio del listado comprobamos que hay cuatro tumbas en las que hay dudas, o bien por que el documento está mutilado, o bien por que su autor, el religioso don Luis Manrique, no sabía quién era el dueño, y escribió una línea.
Gráfico con la ocupación del espacio del interior de la iglesia de Villapalacios a mitad del siglo XVI, en el que
aparecen marcadas en naranja las tumbasocupadas o con dueño y en gris, las vacías. / ELABORACIÓN PROPIA
Interpretación de los datos a partir del documento:
A partir de los datos que proporciona el listado podemos deducir la siguiente información:

Número y proporción de tumbas ocupadas y vacías, según el documento.
/ ELABORACIÓN PROPIA.
Como ya se ha dicho, las tumbas tenían un precio, que iba, de mayor a menor, en función de la cercanía o lejanía al altar mayor y sitio más sagrado del templo. Los precios van desde los 10 ducados de las más caras, junto a los escalones de acceso a la capilla mayor y el presbiterio, hasta los 8 reales que costaba las tumbas situadas debajo del coro, a los pies de la iglesia. Esta es la escala de precios que aparecen en el documento:
En cuanto el número de tumbas ocupadas o con dueños, de cada uno de los precios, vemos que:
Estos datos llevados a un gráfico reflejan como el número de tumbas más económicas son las que cuentan con un mayor grado de ocupación: las 30 tumbas disponibles al precio de 1 ducado estaban ocupadas en un 75,6%, mientras que las más baratas, las 15 que costaban solo 8 reales, pero estaban alejadas y debajo del coro, tenían una ocupación del 80%.
En el gráfico se aprecia la línea ascendente que refleja el hecho de que, cuanto más barata es la tumba, más demanda y ocupación tiene:
Proporción de la ocupación de las tumbas, según los precios.
/ ELABORACIÓN PROPIA
Propiedad, relación y parentesco entre los dueños de las tumbas:
Gráfico realizado a partir del documento estableciendo distintas relaciones: personas que son dueñas de varias tumbas, hermanos que comparten sepulturas, padres e hijos o matrimonios. / ELABORACIÓN PROPIA
La relación de propietarios de las sepulturas de la iglesia de Villapalacios a mitad del siglo XVI permite conocer algunas de las personas que aparecen nombradas:
La tumba que aparece en la primera fila, en su posición central, sin duda la principal, se corresponde a Rodrigo Manrique, hijo de Rodrigo Manrique, el III conde de Paredes, que falleció en Villapalacios, de una herida, en 1541 o 1543, según los documentos. Esta lápida es la que se conserva hoy día junto al altar que en Villapalacios se conoce como la “lápida de los condes de Paredes”.
En la fila II-3 aparece el “doctor Solanes”, Guillermo Solanes, cuyo perfil estamos estudiando, pero que fue clérigo en Villapalacios, que fundó una capellanía en la iglesia de San Sebastián y dejó heredero al sacerdote Luis Manrique, autor de esta relación de las tumbas.
En la VI-3 aparece Diego Montañés, que fue mayordomo del III conde de Paredes, Rodrigo Manrique; que sabíamos que vivía en 1536 cuando lo cita el conde en su testamento.
“Catalina López carpintera” y “los hijos de Joan López carpintero” son los padres y hermanos de Catalina López, la mujer que tuvo un hijo, Francisco Manrique, con Rodrigo Manrique, que aparece citada en la lápida que hemos mencionado antes. Aparecen en la X-15 y en la XVIII-4.
Más allá de poder conocer la identidad de los enterrados, la relación de tumbas si que permite establecer una de relaciones entre ellas, al pertenecer, algunas, al mismo dueño, ser propiedad de hermanos, de padres e hijos o de marido y mujer. Veamos cuáles:
Algunas personas aparecen como propietarios de varias tumbas:
Otra relación es la de los hermanos que comparten tumbas:
Pero hay más tumbas compartidas que aparecen nombradas como de los “hijos de”:
A veces la referencia de propiedad refleja relaciones paternofiliales:
Y en otros casos la relación es de matrimonio:
***
Un lugar en el que se enterraban a los muertos, se iba a rezar, a jugar a cartas, dados y a bailar:
Desde los primeros años de vida de Villapalacios hasta que se determinó construir en 1862 un cementerio «en un lugar opuesto a los vientos dominantes de la población», los muertos se enterraban, primero, dentro de la iglesia y, luego, alrededor de ella, como se ha visto por este importante documento que se ha conservado.
En los libros con las Actas de defunción de Villapalacios el sacerdote apuntó desde 1619 el lugar donde se enterraba el muerto, en el interior de la iglesia. Por eso podemos leer expresiones como: «junto a la columna bajo el coro», «junto a la pila del agua en la nave», «junto a los altares de San Francisco», «de Nuestra Señora del Rosario», de «las Animas», «de la Soledad», «del Santísimo Cristo» o «bajo el coro del órgano frente del postigo del penúltimo arco».
Unas anotaciones que siguen con el tiempo. En el siglo XVIII se enumeran entierros «junto a la peana de San Antonio bajo el coro tres pies retirados de la pared de frente y del arco»; «junto a la entrada de la capilla del santísimo Cristo de la Veracruz dentro del primer tramo pegando a la fachada»; «junto al altar de San Antonio en el segundo tramo» y «en el cuarto tramo frente a la puerta de la iglesia inmediatamente a la pared», entre otros muchos. El párvulo Manuel Cándido fue enterrado «dentro del primer tramo contiguo al confesionario del párroco» y Polonia Martínez «por vaxo de el arco de la capilla mayor unas dos varas retirada de la pared de enfrente». También se sabe que «Juan Morzillo se entierra en sepultura de su derecho que es la que confina con la puerta de la capilla de la Veracruz questa imediata a la boveda en medio de la iglesia frente de el altar de las Animas en 10º orden».
En esas actas se mencionan varias lápidas en el interior de la iglesia: «se enterró en su tumba de la fábrica que está pegada a la piedra que hay al entrar de la puerta hacia el coro»; «por encima del postigo cerca de la losa junto al altar de San Francisco»; «confina con la lápida cerca del altar de San Francisco»; «junto a la puerta mayor cerca de la lápida» y «confina con la lápida de la puerta mayor», se lee cuando se indicar el lugar del nuevo enterrado.

Interior de la iglesia de Villapalacios, en la actualidad. / FOTO DE JOSÉ ÁNGEL MONTAÑÉS
A los templos en el siglo XVI y XVII se iba a rezar, pero también a jugar a dados o cartas, a bailar y estar cerca de los familiares fallecidos. En las Constituciones sinodales que emite en 1583 el Arzobispado de Toledo se prohíbe, y se pide que se castigue con penas y multas, a todo que «celebre concejos y ayuntamientos y otros usos profanos dentro de las iglesias y en los cementerios de ellas». Por entonces al parecer, era normal «jugar a naypes, pelota, birlos, herron, y al mojón y hacer viales y danças”. Se prohibían también las «representaciones y remenbranças» en el interior de las iglesias, porque ocasionan «escándalos en los corazones» fijando multas de hasta dos ducados, para el que las realizara y para los curas que las permitieran. No se multaban los actos relacionados con la fiesta del Corpus Christi.
En una de estas disposiciones que se daban a conocer a los sacerdotes y parroquias del arzobispado se estipulaba que no haya «estrados de madera, ni sepulturas boladas del suelo, ni se de a nadie sepulturas en las gradas del altar, salvo en ciertos casos». Y si alguien colocaba «bultos», no podían estar sobre la sepultura más de los días del novenario y honras y solo «el día que se hiciera el cabo del año o aniversario». Pero lo más importante: se ordena que «las lapidas que se pusieran o estuvieran sobre las sepulturas de los difuntos estén iguales con el suelo de la iglesia, no más altas», con la intención de evitar traspiés y caídas. Era normal en templos como la iglesia de San Sebastián en las que las tumbas ocupaban todo el suelo.
El II Conde de Paredes, Pedro Manrique, fundó en su villa de Villaverde, tras conseguir una bula papal en 1477 el convento de Nuestra Señora de Corpus Christi. Allí se instaló una pequeña orden franciscana y se enterraron muchos de los miembros de esta familia, pese a que el panteón de los condes estaba en el monasterio de Uclés (Cuenca). En Villaverde se enterró Leonor de Acuña, II condesa de Paredes en 1501; Isabel Fajardo Chacón, III condesa de Paredes, en 1509; el propio III conde, Rodrigo Manrique, en 1536, y su segunda esposa, Ana Manrique, en 1558, y dos hijos de él: Julián Manrique, que falleció antes que su padre y el capellán y limosnero mayor de Felipe II, Luis Manrique, que murió en 1583, como se verá.
Pero Salazar y Castro explica que en el interior de la iglesia de San Sebastián también se enterraron varios miembros de la familia de los Manrique: Rodrigo Manrique, comendador de Biedma, tercer hijo del III conde de Paredes; Juan Manrique, hijo del conde (no se sabe la fecha pero sí que fue antes de la muerte de su padre en 1536 y que murió con pocos años de edad) y otra hija del conde y de su segunda mujer: Juana Manrique, fallecida en 1590, además de su marido el capitán Jerónimo de Aliaga, conquistador del Perú, que había fallecido con anterioridad en 1561. De todas ellas solo ha llegado a nuestros días una lápida: la de Rodrigo Manrique, el tercer hijo del conde, tras fallecer en 1541 o 1543 de una herida en Villapalacios.
La última fecha que se recoge un entierro dentro de la iglesia parroquial de San Sebastián es la del 4 de mayo de 1792, cuando Ildefonso Meléndez es enterrado «a pie del altar de San Antonio». No se lee ninguna referencia a entierros fuera de la iglesia hasta que, en 1852, Tomás Polo es sepultado «a los diez pasos de la puerta de este camposanto a la derecha de su entrada junto al poste de la Capilla mayor, en una sepultura nueva, que al efecto lo edificó la parte interesada, de cal y canto y cubierta de tejas». Seguramente se refiere al cementerio que surgió a principios del siglo XIX alrededor de la iglesia y que se utilizó hasta mediados del siglo XIX, cuando se construye el cementerio actual.
Cuando la iglesia se reformó entre 1978 y 1979 se levantó el suelo para cambiar las baldosas blancas y negras que había por otras nuevas e intentar acabar con las humedades por capilaridad. Los operarios recuerdan como al picar se hundían y caían dentro de las fosas llenas de huesos que ocupaban todo el interior. Tras dudar que hacer con todos los restos, el sacerdote Miguel González, los recogió todos y los volvió a enterrar bajo las gradas del altar mayor, donde permanecen, acabando con las diferencias económicas y de clases en el interior de ese edificio.