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Historia de Villapalacios.
Cronologías. Siglos XIV y XV
Hechos ocurridos en Villapalacios o que afectan a su historia a lo largo de los XIV y XV.
Caballeros en desfile, entre ellos uno de la orden de Calatrava. Catedral de Teruel.
1351.
El 19 de junio el rey Pedro I otorga una carta de repoblación a los vecinos de Cotillas en Alcaraz.
1406.
Nace Rodrigo Manrique, segundo hijo de Pedro Manrique, Adelantado de León, y Leonor de Castilla. A los doce años era miembro de la Orden de Santiago, cuyo Maestre, el Infante don Enrique de Aragón, el otorgó la Encomienda de Segura de la Sierra, Jaén, una de las más ricas de aquella orden y punto clave por su situación, también le nombró Capitán Mayor de la Frontera.
1429.
El Adelantado de León, Pedro Manrique, VIII señor de Amusco, recibe del rey Juan II, la localidad de Paredes de Nava.
1431.
Pedro Manrique recibe el poder de gobernar Castilla en ausencia del rey.
1434.
Rodrigo Manrique acusa a las aldeas de Alcaraz de invadir su jurisdicción, cambiando los mojones en las tierras limítrofes de su encomienda entre La Matilla y Bayona y Albaladejo. Es posible que fuera al revés y que Rodrigo Manrique presionara a las aldeas para despoblarlas y anexionarlas. Juan II comisiona como juez al bachiller Gonzalo Ferrández, alguacil del alcalde del Rey en Alcaraz.
Como Bayona y Albaladejo eran territorio de la Orden de Santiago, y Rodrigo Manrique también pertenecía a la orden, pide la supresión del proceso alegando que era un mediador laico. Se nombra un juez eclesiástico, fray Martín, abad del monasterio de Santa María de Montsalud, Cuenca. Este falló a favor del comendador ordenando que la ciudad le entregase los términos en disputa. Alcaraz se niega y el abad excomulga a toda la corporación municipal, y amenaza al propio alguacil del alcalde, Gonzalo Ferrández. La ciudad protesta y envía el 5 de julio al procurador Pascual García para protestar por la sentencia ante el abad.
Los musulmanes de Huéscar recorren el término sembrando el terror y la ruina. Saquean La Almedina y Terrinches.
Rodrigo Manrique, con mando militar sobre todas las poblaciones de la comarca, obliga a Alcaraz a realizar grandes gastos, y exige que ponga escuchas, atalayas y atajadores para impedir la entrada de los moros en las tierras del Valle del Segura y en Yeste. La ciudad alega que en sus fueros sólo se especifica que debe velar por la vigilancia y seguridad de su tierra. El rey Juan II entrega una carta el 9 de julio donde dice a Rodrigo Manrique que no utilice su nombramiento de capitán para exigir de Alcaraz este gasto “saluo quando fuera menester en término de la dicha çibdad…”.
Rodrigo Manrique organiza una incursión al reino de Granada que termina con la conquista de la villa de Huéscar, tras una sangrienta batalla.
1436.
En carta dada el 20 de diciembre Juan II entrega a Rodrigo Manrique, la villa de Huéscar y los lugares de Matilla, Cenilla, El Pozo, Robledillo, Balazote, situados en el alfoz de la ciudad de Alcaraz, por real privilegio rodado, además de 300 vasallos y 20.000 maravedís de juro.
"por ende, por la presente vos fago merçet por juro de heredat para siempre jamas, de los mis lugares llamados Çenilla, Matilla y El Pozo, y Robredillo y Balazot, con la justiçia y juridicçión çivil y criminal y mero misto imperio, y penas y caloñas y rentas y pechos y derechos”
Otros documentos, de principios del siglo XVI también recogen esta entrega. Uno de 1506 del Archivo Municipal de Alcaraz se refiere a la entrega de los lugares al conde por la toma de Huéscar. Las Relaciones Topográficas de Felipe II (un siglo después de los hechos) coinciden en que fueron donadas tras la toma de la ciudad.
Esta pérdida de siete lugares (entre 1434 y 1436) supuso una gran merma para Alcaraz, cuya pobreza era ya crónica, que sufría como Castilla entera el hambre (1434), la sequia, la peste y las entradas de los granadinos.
Las poblaciones cedidas no tenían por entonces ninguna importancia pero su interés estratégico era muy grande. Las rentas de los vasallos y la idea de formar un señorío en la comarca de Alcaraz, dominando el sur del territorio de la ciudad, era lo más valorado en la tenencia de aquellos lugares.
Se traspasan los tres órdenes fundamentales de administración, jurisdicción e impuestos, con una serie de limitaciones de las que sobresalen el monopolio de las minas, acuñación de moneda, y cobro de ciertos tributos como las alcabalas y tercias, junto a la reserva de juzgar a la más alta instancia.
"...con la justicia e jurisdicción civil e criminal e mero e misto imperio, que era el poder de "administrar justicia en los pleitos en que puede imponerse pena de muerte, perdimiento de miembros, echamiento de la tierra, destierro, tornamiento de hombre en servidumbre o darle por libre"
El mixto es la potestad de conocer o terminar los pleitos con la ejecución de la sentencia cuando fuese más leve que las referidas.
1437.
Se corrobora el privilegio rodado dado en 1436 con otro fechado en Roa, el 6 de abril.
1440.
El 20 de septiembre se otorga el testamento Pedro Manrique, Adelantado de León, fallecido tras la boda del príncipe Enrique con Blanca de Navarra, donde asistió en Valladolid. Se manda sepultar en el monasterio de Balvanera. En el testamento deja a su hijo Diego Manrique todas las villa y lugares, salvo Paredes que se la da a Rodrigo, su segundo hijo nacido en 1406, con todas las cosas que le pertenecieran y 20.000 maravedís de juro de Nájera, por vía de mayorazgo.
1445.
Tras la batalla de Olmedo, una de las contiendas entre Álvaro de Luna, el favorito del rey, y los nobles, entre ellos Rodrigo Manrique, éste pierde su villa de Paredes de Nava. En esta batalla muere el Infante de Aragón y Maestre de la Orden de Santiago, don Enrique, dejando vacante el maestrazgo. Juan II quiso que Alvaro de Luna recibiera el título, por lo que mandó a los Priores y Treces de la Órden que se reunieran en Avila, y lo eligieran, cosa que realizaron todos excepto Rodrigo Manrique, que se opuso a la elección y tomó por las armas varias villas del maestrazgo.
1446.
Juan II estipula que Rodrigo Manrique devuelva las villas y que reconozca a Alvaro de Luna como su maestre, según el título de la Orden, a cambio de devolverle la villa de Paredes. Si embargo Rodrigo Manrique no acepta este acuerdo, ni mucho menos al maestre Alvaro de Luna, declarando que era él el elegido por su dignidad, ...por su ancianía y por los servicios que había prestado a la misma Orden...
Rodrigo Manrique recibe del Papa Eugenio IV, a petición del rey de Aragón, la confirmación de su elección como Maestre de la Orden. De aquí proviene el cisma de la Orden.
1452.
El 10 de mayo Juan II perdona el pasado de Rodrigo Manrique y le restituye y manda entregar la villa de Paredes, que desde entonces tendría el título de Condado, llamándose Conde de Paredes. Pero poco después lo encontramos confederado con los grandes, frente a Alvaro de Luna, por lo que el rey le vuelve a quitar su Estado, y las mercedes que le había hecho.
1453.
Muere Alvaro de Luna degollado en Valladolid.
1454.
Muere el rey Juan II de muerte natural en Valladolid. Le sucede su hijo Enrique IV que concede una amnistía general, levanta el destierro a los perseguidos por don Alvaro, devuelve sus estados y señoríos, entre ellos a Rodrigo Manrique que vuelve a recuperar sus mercedes. A Alvaro de Luna le sucede Juan Pacheco, Marqués de Villena.
1454.
Rodrigo Manrique vende Villarrobledo a Juan Pacheco.
1458.
Con pocos años de edad, Pedro Manrique, primer hijo de Rodrigo Manrique, participa en la nueva reconquista de Huéscar, que tras la conquista de 1434 había vuelto a caer en manos de musulmanas, por desidia de Castilla.
1459.
Pedro Manrique y sus hermanos son instituidos herederos de su abuela Elvira Lasso de Mendoza, Señora de Feria, mencionados como hijos de Doña Mencia.
1461.
Rodrigo Manrique tiene que desprenderse de los lugares recibidos en 1436, para poder librarse de los grandes ahogos económicos en que se encontraba como consecuencia de las convulsiones políticas que vivía el reino. En la Ejecutoria de 1567 se lee: ... el maestre don Rodrigo Manrique las poseyo -las tres villas- por juro de heredad por espacio de treinta años más o menos... Así vende Balazot a Gonzalo Tapia y nunca la volvería a recuperar jamás.
1465.
Pedro Manrique pone sitio a la fortaleza de Montizón, de la Orden de Santiago. Construye ante el castillo sitiado otro para dar comodidad a sus tropas y poder conseguir la plaza por hambre al intentar interceptar cualquier entrada de alimentos.
1466.
Vuelve a atacar la plaza hasta que la consigue en 1467.
1467.
Concede un poder el 8 de octubre para vender su villa de Bienservida a Alfonso Torres, su criado y caballero de su casa, para que por él y en su nombre y lugar pueda vender la villa con sus vasallos.
"...à la persona, ò personas, que por el prescio, ò prescios, contia, ò contias de maravedis, doblas, y florines, y Enriques, que vos el dicho Alfon de Torres quisieredes, y por bien tovieredes, y bienvisto vos fuere..."
Mientras, Villapalacios es otorgado al Comendador Alvaro de Madrid y Villaverde cedida aunque no conocemos el nombre del receptor.
1468.
Pedro Manrique, II Conde de Paredes, compra Bienservida. Según Salazar y Castro, en Historia de la Casa de Lara:
"...el 3 de abril Pedro Manrique y Leonor de Acuña adquieren el dominio de la villa de Bienservida, vendiéndosela Alfonso de Torres, caballero y criado de la Casa de don Rodrigo Manrique, su padre, por precio de 600.000 maravedía, de la moneda corriente en Castilla, que dos blancas viejas y tres nuevas hacían un maravedí... Hizo Alfon de Torres la venta, con poder del Condestable Don Rodrigo, cuya fue aquella Villa ...Bienservida fue concedida con nombramiento de alcaldes, alguacil, demás oficios de ella y con todos sus vasallos, rentas, pechos y derechos, pastos, montes, heras, casas, aguas, fuentes, ríos, exidos, cotos con todas las dichas cosas y término redondo, comunidad de sierra y montes que tiene con la ciudad de Alcaraz y con término de la villa de Villapalacios..."
A partir de este momento Alfonso de Torres les hizo pleito homenaje y los oficiales del concejo les besaron las manos y les dieron las varas de justicia.
1470.
Pedro Manrique compra Villapalacios a los hijos de Alvaro de Madrid: Lope, García, Rodrigo y Diego de Ponte por 500.000 maravedis, según escritura otorgada en la ciudad de Ubeda el 31 de agosto, ante Andrés Fernández, escribano.
"... dos años después, compró don Pedro la villa de Villapalacios, su casa fuerte, vasallos, pechos, derechos, términos, montes y prados con la jurisdicción alta y baja y mero, mixto imperio de ella, por precio de 500.000 maravedís, la cual, porque confinaba con Bienservida le era de mucha comodidad. Vendiósela Lope de Madrid, García de Madrid, Rodrigo de Madrid y Diego de Ponte, hijos del Comendador Alvaro de Madrid, difunto, señor que fue de Villapalacios y también Alfonso de Córdoba, albacea del difunto Sancho de Madrid, hijo de dicho Comendador, en nombre de Alvaro de Madrid, su hijo, y de doña Catalina Ballesteros, su madre y tutora..."
"...por la cual vendieron a don Pedro Manrique la villa de palacios que era del término de la ciudad de Alcaraz y había heredado de dicho Comendador con todos sus términos, montes, prados, dehesas, aguas estantes y corrientes y la casa y fortaleza de la dicha villa y con todos sus vasallos, rentas pechos y derechos que le pertenecían por razon del señorio de ella y con el mero y mixto imperio y jurisdicción alta, baja y mediana de ellas y con todos los derechos y casa al señorio de dicha villa debidos y perteneciente en precio de 500.000 maravedís de la moneda corriente que se usaba entonces en Castilla, los cuales los había dado y pagado de contado..."
La compra comportaba los derechos del señorío jurisdiccionales y solariegos, con la facultad de juzgar, la potestad sobre los moradores, los derechos tributarios y el dominio sobre la tierra, no la propiedad sobre la misma.
Pedro Manfique acude con 300 lanzas e infantería a sitiar la fortaleza de Alcaraz, ante los llamamientos de los habitantes de esta ciudad oprimidos por los excesos de Juan Alonso de Haro, que tenía la fortaleza por ser primo de Juan Pacheco. Como el asedio fue grande, Juan Alonso pide que en vez de lucha unieran las familias mediante el matrimonio de sus hijos. Se levanta el sitio, aunque los casamientos no se hicieron, ni Juan Alonso se mantuvo en Alcaraz, pues su primo se la quitó y puso en ella a Martín de Guzman, que la rindió después al Maestre Don Rodrigo.
1474.
El Conde don Rodrigo Manrique ofrece ayuda al Marqués de Villena que estaba preso en Fuentidueña. Juan Pacheco muere el 4 de octubre y Enrique IV cede a su hijo Diego López todas las posesiones del difunto, sin contar con la aristocracia del reino. Diego reclama también el maestrazgo de Santiago, que había estado en posesión de su padre. El duque de Medina Sidonia y don Rodrigo Manrique lanzan la candidatura a la jefatura de la orden. Los bandos de Castilla cobran su virulencia sobre todo tras la muerte del rey y los príncipes Isabel y Fernando se proclaman monarcas de Castilla y León. El nuevo marqués de Villena empieza a tomar posesión de los castillos santiaguistas que habían estado en posesión de su padre. Rodrigo Manrique se nombra a si mismo Maestre y envió a sus hijos a la lucha para ocupar las principales fortalezas de la Orden.
Por esta fecha se produce la toma de Riópar, Cotillas y San Vicente por las tropas manriqueñas. Carecemos de noticias acerca de la ocupación de Cotillas y San Vicente, pero de Riópar sabemos que se produjo una sublevación de la población de la villa descontenta del alcaide Alfonso de Montoya. Pedro Manrique manda al alcaide de Segura con 150 peones y una docena de lanzas, en auxilio de los rebeldes. Desde Siles, Segura, Yeste, Villapalacios, Villaverde, Cazorla y Ubeda vinieron tropas para abastecer al pequeño ejército manriqueño, que unido a los del lugar, sitiaban las murallas de la fortaleza. Tras varios meses de asedio, Montoya, cansado de no recibir apoyo de su señor, se rinde a don Pedro a cambio de la seguridad para sí y los suyos y de una compensación de 250.000 maravedís.
Don Pedro mantuvo 500 hombres de a pie y 100 a caballo por espacio de siete meses, con lo que gastó 12 millones de maravedís, 950.000 de cuales fueron en sueldos y sustento.
Salazar y Castro asegura que Pedro Manrique asedió Riópar y Cotillas al servicio de los Reyes Católicos, ya que el marqués de Villena y caballero del séquito del rey de Portugal habían ocupado estos lugares del término de Alcaraz.
"...él se puso sobre aquellas fortalezas y tomándolas por sitio las guarneció con sus tropas y ejerció la justicia de ellas hasta que los Reyes ordenasen otra cosa..."
Riópar cayó en manos de Pedro Manrique en el momento en que el conflicto entre la Beltraneja y los Reyes Católicos ya había estallado. Los reyes necesitados de una victoria consideraron la toma de Riópar como una muestra de fidelidad y no como una de tantas acciones militares aisladas de los manrique. Pero no las devolvió a Alcaraz, la primera ciudad de Castilla que reconoció como reyes a Isabel y Fernando tras haberse levantado contra Diego López Pacheco, sino que consideró que él no había arrebatado los lugares a la ciudad sino al alcaide del marques que estaba a favor del adversario, el rey de Portugal.
1476.
Muerte de Rodrigo Manrique, I Conde de Paredes, el 11 de noviembre en Ocaña, a los 70 años, siendo sepultado en la capilla mayor del convento de Uclés
Su muerte inspira la elegía a su hijo Jorge Manrique en Coplas a la Muerte.
Otro de sus hijos, Pedro Manrique, hijo de Mencia de Figueroa, su primera mujer y con algo más de cuarenta años, hereda el mayorazgo. El II Conde de Paredes cuenta con lo que había heredado de su abuela Elvira Laso de Mendoza y las rentas que le producían las Encomienda de Segura y el dominio de las villas de Bienservida, Villaverde y Villapalacios que había comprado.
1477.
Los Reyes Católicos reconocen a Pedro Manrique la incorporación a sus posesiones de las villas de Riópar y Cotillas, en Ocaña el 15 de enero, concediéndole aquellas villas en premio y compensación por los gastos que le había ocasionado su servicio a la Corona. Con estas cinco villas consolida el señorío que pasará a formar parte del Mayorazgo de Paredes y estará en posesión de esta casa hasta mediados del siglo XVIII.
Los reyes le conceden las alcabalas y las tercias reales, las tenencias, justicia y jurisdicción de las villas, pechos y derechos, para él y su hijo o sucesor (a diferencia del Real Privilegio de Juan II, que las hacía hereditarias para siempre), pudiendo nombrar los alcaldes, alguaciles, escribanos y otros oficios de justicia, y las apelaciones de sus juicios. Tras las dos generaciones las villas volverían a Alcaraz, o a otra persona, si antes se pagaban al Conde o sus sucesores los gastos que se ocasionaron en el sitio del castillo de Riopar, cuando la toma al marques de Villena, y de todo lo que se justificase como gasto en las fortificaciones y edificios de los castillos. Esto hacía inviable cualquier intento por parte de los alcacereños de recuperarlas.
Los de Alcaraz protestaron diciendo que no se habían hecho tan grandes gastos, 12 millones de maravedís decía el Conde, y que si reunió a tan gran ejército fue por atender a sus múltiples empresas bélicas y no sólo a la toma de Riópar, y que si don Pedro no se hubiera interpuesto, las tropas de Alcaraz se las hubiera bastado para dominar la fortaleza, como habían hecho con otras del término en condiciones similares. En Alcaraz nacieron iniciativas para recuperar las dos villas, pero el poder del Conde y la imparcialidad de los Reyes lo impidieron.
En las Relaciones Topográficas de Riópar se dice que fue la misma ciudad la que donó las villas en agradecimiento al Conde por haberla ayudado a su liberación.
Pedro Manrique obtiene este mismo año una bula papal de Sixto IV para fundar un convento franciscano a las fueras de Villaverde, como su abuelo, el Adelantado de León, había hecho en Paredes de Nava. A la parte de poniente, como à distancia de 200 passos, y entre dos sierras, un Monasterio para la Orden Seráfica ... pero no tuvo la suerte de ver perfecta la obra, y assi despues de su muerte entraron en aquella Casa los Religiosos Franciscos de la Provincia de Cartagena el año 1489 y con la advocacion de N. Señora de Corpus Christi, es el decimo tercio Monasterio de aquella Provincia, como lo escrive el Padre Gonçaga (Crónica de San Francisco 3, p. f. 971)... Y este es el mismo Convento que reedifico D. Luis Manrique su nieto, Capellan Mayor de Felipe II, como diremos en su lugar. .. Puso los cimientos, levantó los muros y lo cubrió, pero no pudo entregarlo acabado a los franciscanos de la provincia de Cartagena.
1481.
Pedro Manrique, enferma gravemente estando en su villa de Siles (Encomienda de Segura), hace testamento el 29 de septiembre, pidiendo que se agregaran al mayorazgo de su padre todas sus villas y bienes. Se manda sepultar en la Capilla que le había hecho en el Convento de Uclés el Prior Don Juan de Velasco, y que se trasladen a ella los cuerpos de su madre Mencia de Figueroa y hermanos, que estaban en la ermita de Santa Maria de la Peña, en el campo yermo sin ninguna población, cerca de la Villa de Segura, que es en la Frontera con los Moros, y siempre è tenido, y tengo recelo que los dichos Moros podian venir en tiempo de guerra, y se llevàran los cuerpos, y huesos de la dicha mi Señora, y de los dichos mis hermanos, y hermanas...
Deja a su hijo Rodrigo el mayorazgo de Paredes (nombramiento hecho por los Reyes Católicos el 20 de enero de 1482), y ordena que se agregue a él su villa de Villaverde, que poseía antes del matrimonio y 80.000 maravedis de juro. También Villapalacios y Bienservida que adquirió (ganamos) con su mujer, ...con sus vassallos, y tierras, y jurisdiciones, civiles, è criminales, y à cada una dellas anejas, y debidas, y pertenecientes. ... y otros bienes que en dichas villas y en los términos de Alcaraz tuviese (las heredades de Salobre, muchas casas, huertas, hazas y viñas y una tierra de agua en el río de la Salobreja), término de la villa del Segura, cerca de Siles.
Determina que el mayorazgo lo hereden los varones legítimos mayores, de tal forma que si hubiera varón no lo hereden las hembras. Se especifica que cuando por faltar varón heredase las Cinco Villas la hija mayor, si ésta tuviera hijo varón legítimo, éste sería el heredero de todo el mayorazgo, si fueran solo hembras, se desmembraría el mayorazgo, y se distribuirían entre las hijas los bienes de las villas de la Sierra de Alcaraz, y quedaría a los Condes, solo el Mayorazgo de la villa de Paredes de Nava. Los bienes de mayorazgo no serán jamas divididos, excepto las villas de la Sierra, ni siquiera incautados, por crímenes, ni delitos, sentencias leyes u otra disposición de derecho.
Las únicas limitaciones para la pérdida de bienes de mayorazgo son el delito de herejía, el crimen de lesa majestad y el llamando pecado abominable "contra natura".
Pedro y Leonor de Acuña hacen al final de esta escritura una petición a los Reyes Católicos para que reconozcan y confirmen esta agregación de mayorazgo y sus cláusulas. ...con mas todas las casa, fortalezas edificos, labores, y huertas, y con otros qualesquier heredamientos, que en las dichas villas...
Como su hijo Rodrigo Manrique es menor de 25 años, y menor de 14 años, deja por institutriz de él y de sus hermanas menores, y por tenedora y administradora de sus personas y bienes a la condesa Leonor de Acuña.
Había fallecido el 29 de mayo de 1482 pues en ese momento se conoce una escritura por la que se enajena las Salinas de Cotillas y Bogarra, de la ciudad de Alcaraz, y las vende a las Señora Leonor de Acuña, muger de Don Pedro Marnique, Conde de Paredes de Nava, difunto,...
1485.
El 20 de abril Leonor de Acuña ajusta la diferencia que había con la tercera esposa de su suegro Rodrigo Manrique, Elvira de Castañeda. Se acuerda que se le paguen 600.000 maravedís que se han de sacar de la Encomienda de Alhambra, según un documento fechado en Villapalacios.
1489.
Leonor de Acuña pide a los Reyes Católicos que confirmen la instancia de su marido de agregación al mayorazgo de las tres villas, y así lo reconocen por cédula dada en Medina de Campo el 20 de marzo.
1491.
Leonor de Acuña capitula los matrimonios de sus hijos, el conde Rodrigo, y de doña Inés y doña Magdalena, según escritura fechada el 10 de diciembre en Córdoba.
1496.
El 30 de octubre el príncipe don Juan, hijo de los Reyes Católicos, confirma por cédula a Rodrigo Manrique, III Conde de Paredes, la tenencia de las villas de Riópar, Cotillas y San Vicente, con la justicia, y la percepción de sus pechos, tercias y alcabalas en la misma forma en que fueron donadas a Pedro Manrique. Manda a los corregidores, justicias y otras personas de las ciudades, villas y lugares de su señorío que le guarden esta merced. También gozaba de la Encomienda de la Alhambra y la Solana, en la Orden de Santiago.
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