Historia de Villapalacios.
Cronologías. Siglos XVII
Hechos ocurridos en Villapalacios o que afectan a su historia a lo largo de los XIV y XV.
Iglesía del Espíritu Santo y castillo de Riópar
1608
El Príncipe Felipe IV concede a Pedro Manrique, VIII Conde de Paredes, el puesto de Gentilhombre de la Cámara del Príncipe, y el rey le honró con el cargo de ayo.
El 29 de noviembre la ciudad de Alcaraz interpone contra el Conde de Paredes una querella para recuperar la jurisdicción en los términos decimales de Riópar y Cotillas ante la Real Cancillería de Granada. La parte contraria alega que el actual Conde, su padre y su abuelo y demás antepasados habían tenido y poseído las villas con su jurisdicción alta y baja y mero y mixto imperio, tanto dentro como en los términos decimales y en los demás sitios: vegas, molinos, y ermitas de Santiago y San Lorenzo, y solo las justicias del Conde habían librado desde siempre los pleitos y castigado los delitos ocurridos en los términos y justificaban la existencia de horca y picota a un cuarto de legua de las poblaciones.
Al no haber pruebas contundentes el pleito continuó en el siglo XVII, si bien la jurisdicción no pasó a la ciudad.
1622
- El 17 de junio se adjudican al Conde las villas de Amusco y la mitad de Redecilla, tras entender que tenía derecho en la sucesión de los mayorazgos pertenecientes al Duque de Nájera, que al fallecer había dejado a Doña Luisa como sucesora legítima. El Conde se consideraba como varón mayor, descendiente legítimo de los fundadores de la casa de Nájera, Treviño, Valencia, Amusco y sus agregados. Pidió al consejo la posesión de aquellos estados y habiendo perdido en primera instancia lo presentó en la Cancillería de Valladolid, donde se le concedieron las villas mencionadas.
Poco después Pedro Manrique se retira por enfermedad a su villa de Paredes, cediendo a su hermano don Manuel (IX Conde de Paredes) la casa y estado de sus padres en 1624.
1625.
Don Manuel Manrique, cuarto hijo de Don Enrique y doña Inés, sucede en el cargo a su hermano. Manuel había recibido el hábito de Santiago, por merced del rey Felipe II en 1592. Era caballero de Santiago, pero no había recibido aún encomienda hasta 1600 en que Felipe III le dio el título de Comendador Mayor de la de Montalbán en la Orden de Santiago. La retuvo hasta 1609 que se le dio la de Bienvenida, de menor categoría pero de mayor renta, aparte de otorgarle el cargo de mayordomo de la Reina.
En este año de 1625 recibe la Casa de Paredes, por la renuncia de su hermano, con todo lo que le pertenecía, así en villas como en rentas, de modo que todo fuese para él y sus sucesores. El rey Felipe IV sólo confirmó lo tocante a los honores, y empezó desde entonces a llamarse Conde, pero no admitió la cesión.
Alcaraz interpone otro pleito a Cotillas para recuperar las dehesas que desde el siglo XIV eran de la villa. Felipe IV concede una Carta Ejecutoria a la villa de Cotillas reconociendo sus derechos sobre la dehesa nombrada de Boalaje, sobre aprovechamiento de pastos, labores y maderas, en contra de Alcaraz. El problema surge cuando se vende madera cortada en esta dehesa a Franciso de Viedma, vecino de Ubeda, y la ciudad considera que la madera le pertenece.
La ciudad alega la jurisdicción del conde de tejas adentro y sus caballeros de sierra castigaban y penaban a los que cortaran la madera, por eso pedían que embargaran la madera y la entregaran a la ciudad. Un documento fechado en 1351 demostraba que Pedro I y Alcaraz concedieron a Cotillas la dehesa si habitaban el castillo y las tierras circundantes, por ser zona fronteriza con los moros. Alcaraz consideraba que la defensa del castillo no se había realizado correctamente, y por lo tanto la dehesa debía seguir perteneciendo a la ciudad.
Cotillas se defendía diciendo que desde siempre habían gozado del uso de la dehesa, y la jurisdicción civil y criminal la poseían tanto dentro como fuera del término. Explotaban la dehesa de Boalaje y la de Canalexas que antiguamente se decia de los Endrinales, y otra que llamaban la dehesa del Obligado y otra que llamavan de Santiago las quales tenian amojonadas y deslindadas con la tierra de Alcaraz visitando los terminos e moxones y el haver levantado el dicho pleito la parte contraria habia sido y era para que su parte contradecia una dehesa que la queria acotar para el consumo de los oficios de Alcaraz y quitar el aprochamiento de ella a todos los vecinos de la tierra que tenían sus ganados pasto comun con ellas...
Alcaraz responde que de tejas afuera es de su propiedad, pero el presidente y los Oidores de la Cancillería declararon en la Sentencia de Vista, que no había lugar para la prisión que pedía Alcaraz y daba licencia al concejo de Cotillas para poder sacar la madera cortada en la dehesa y entregarla a la persona que la había comprado, sin que lo pudiese impedir la ciudad.
Alcaraz reclama presentando nuevas pruebas, como el privilegio de Alfonso XI sobre los términos de la ciudad y otro de Carlos I, en el que se incluye otro de los Reyes Católicos sobre la devolución a Alcaraz de Riópar y Cotillas.
1626.
El 18 de noviembre muere Manuel Manrique, IX Conde de Paredes (se había casado con Luisa Manrique Enríquez, su prima segunda) y Pedro Manrique, el anterior conde, vuelve a tomar posesión del cargo.
La Real Cancillería de Granada dicta Sentencia Definitiva el 30 de octubre, ratificando la sentencia sobre el tema de la madera de la dehesa dando la razón a Cotillas.
1628.
El 7 de julio auto de sentencia definitiva a favor del conde de Paredes por el tema de la posesión de la dehesa de Boalaje a la villa de Cotillas con la ciudad de Alcaraz.
1634.
Segunda renuncia del conde Pedro Manrique a favor de su sobrina, María Inés Manrique, hija mayor de don Manuel, en escritura de 10 de mayo.
1636.
Tras la muerte de Don Pedro, surgieron numerosos pretendientes y pleitos que basándose en su sexo alegaban las mismas razones que en el caso de Doña Inés y su tío don Francisco. Pero ella alegó que era la pariente más próxima a don Pedro, reconocida y establecida por sucesora suya varios años antes de su fallecimiento. A final ganó todos los pleitos y se le adjudicó todo el Condado, y las villas de Bienservida, Villapalacios, Riópar y Cotillas.
La condesa volvió a unir a la Casa de Paredes la villa de Villaverde y la renta que su tío Pedro Manrique había separado para los descendientes de don Rafael Manrique, Conde de Burgo-Labezar, por haberse extinguido la sucesión en Doña Hipólita Manrique, su nieta.
1679.
Muere la X Condesa el 8 de agosto y su marido Vespasiano Gonzaga en 1687. Del matrimonio nacieron cuatro hijos, José Manrique, que murió de corta edad, María Luisa Manrique, XI Condesa de Paredes y Josefa e Isabel.
María Luisa Manrique sucede en el cargo, como XI Condesa de Paredes el día 7 de agosto. En 1675 se había casado con Tomás de la Cerda, descendiente de una de las familias más nobles de España y nombrado III Marqués de la Laguna de Camero Viejo, Grande de España, capitán general del mar océano y costas de Andalucía, y Virrey Capitán General de Nueva España.
Al poco tiempo la nueva condesa se trasladó con su marido a México a vivir y a su vuelta de la Cerda fue nombrado mayordomo mayor de la reina y a Maria Luisa le hizo merced del título de Grande para siempre jamás. De este matrimonio nacieron tres hijos, Manuel Manrique de la Cerda, María Francisca Manrique y José Manrique de la Cerda Gonzága, XII Conde de Paredes y IV Marqués de la Laguna.
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